Comenta Solana Gassiebayle, coautora del libro “Reuniones en Sudamérica: Paisajismo de Mesas e Inspiraciones Florales”, que la tarea aparentemente simple de poner la mesa es una parte esencial de la experiencia de comer que a menudo pasa desapercibida.
Sin embargo, poner la mesa correctamente es mucho más que una simple tarea doméstica; es un arte que tiene un impacto significativo en cómo disfrutamos de nuestras comidas y en cómo se percibe la ocasión.
En este encuentro con Solana y partiendo de la premisa de que la forma en la que se pone la mesa es una expresión de comunicación e interés por parte del anfitrión, exploraremos la importancia de poner la mesa correctamente y sus diversas formas, desde mesas formales hasta informales.
Además, examinaremos cómo esta práctica se relaciona con la estética, la funcionalidad y la etiqueta, y cómo todos estos elementos convergen para influir en nuestra experiencia culinaria.
Maneras de crear en la mesa
Según Solana Gassiebayle, “la forma en que se pone la mesa puede variar según la ocasión y el estilo de la comida. En una mesa formal, por ejemplo, se siguen reglas específicas de etiqueta, mientras que en una comida informal, la flexibilidad es la clave”. Sin embargo, en cualquier situación, ciertos elementos son fundamentales:
Se debe tener siempre presente que para generar el contenido que pretendemos que nuestro espacio en la mesa tenga, los cubiertos deben estar estratégicamente ubicados.
En este sentido, una regla comúnmente conocida indica que los tenedores se colocan a la izquierda del plato, los cuchillos y las cucharas a la derecha. Los cuchillos deben apuntar hacia el plato, y las cucharas y tenedores deben alinearse con los cuchillos. Esta disposición se ha mantenido a lo largo del tiempo y es un ejemplo de cómo las tradiciones culturales han influido en la forma en que se pone la mesa.
Respecto de la vajilla y la cristalería, remarca Solana Gassiebayle que también tienen su lugar específico. Los platos se colocan en el centro de cada puesto, con los platos de pan y manteca sobre el plato principal.
Los utensilios y su ubicación
Los vasos y copas se ubican en la parte superior derecha del plato. Además, la elección de la vajilla y la cristalería puede variar según el nivel de formalidad de la comida, desde porcelana fina y cristalería elegante en una cena de gala hasta platos de cerámica y vasos más simples en una comida cotidiana.
Respecto de las formas de dirigirse a otras personas en la mesa, veremos que también varían según la ocasión y el contexto.
En este sentido, vemos que en una cena formal, por ejemplo, es fundamental seguir las reglas de etiqueta, como no apoyar los codos en la mesa y utilizar la servilleta adecuadamente.
En una comida informal, la etiqueta es más relajada, pero sigue siendo importante mostrar respeto por los demás comensales.
La etiqueta en la mesa también se extiende a la forma en que interactuamos con los demás durante la comida, como esperar a que todos estén servidos antes de comenzar a comer o pedir permiso antes de pasar un plato.
Señala Solana Gassiebayle que la forma en la cual ponemos la mesa y demás elementos que configuran el paisaje que se pretende generar, variarán según los contextos, las personas asistentes, los alimentos que se servirán e incluso los tópicos de conversación que surgirán en los encuentros.
Solana Gassiebayle: “el arte decorativo en las mesas trasciende lo culinario”
La importancia de la estética y la funcionalidad
Una mesa bien puesta es como una obra de arte en sí misma, creando una atmósfera acogedora que invita a disfrutar de la comida.
La elección de la vajilla, la cristalería y la disposición de los elementos pueden realzar la presentación de los platos y hacer que la comida sea más apetitosa. Por ejemplo, una mesa decorada con detalles florales y otras ornamentaciones puede transformar una comida cotidiana en una experiencia especial.
Al decir de Solana Gassiebayle, la forma en que se coloca la mesa “no solo se trata de seguir reglas, sino que también tiene un impacto significativo en la estética y la funcionalidad de la comida”.
Además de la estética, la funcionalidad es crucial. Una mesa bien puesta debe ser cómoda y práctica para comer.
Los cubiertos deben estar al alcance de la mano, y los platos y vasos deben estar colocados de manera que no interfieran con el disfrute de la comida.
Esto no solo facilita la experiencia de comer, sino que también demuestra consideración por los invitados. Una mesa desorganizada o incómoda puede distraer de la comida y hacer que la experiencia sea menos placentera.
Por lo tanto, “la próxima vez que pongamos la mesa, recordemos que estamos creando mucho más que un simple lugar para comer; estamos creando un ambiente que mejora nuestra relación con la comida y con quienes la comparten con nosotros”, concluye Solana Gassiebayle.
Colaboradora en ReporteAsia.