¿Se acuerdan del «clan de la trompa corta», llamado así por el miembro de la manada con una trompa más corta de lo habitual?
En marzo de 2020, una matriarca de elefantes condujo a una docena de elefantes fuera de la Reserva Natural Nacional de Xishuangbanna, en el sur de la provincia de Yunnan, en una expedición hacia el norte que les llevaría hasta la capital provincial, Kunming, y de vuelta. Se desplazaron durante 17 meses, recorriendo más de 1.300 km antes de llegar a casa en agosto de 2021 y completar lo que los medios de comunicación denominaron su «fantástico viaje». Los elefantes atrajeron la atención mundial por sus viajes y se convirtieron en una sensación en Internet.
El Día Mundial del Elefante de este año, el 12 de agosto, marcó el tercer aniversario del viaje del clan de la trompa corta. Varios estudios han arrojado luz sobre los factores que llevaron a los elefantes a abandonar el lugar. La protección y ampliación de los hábitats se han identificado como claves para mitigar la necesidad de viajes tan extremos.
Causas externas: ¿Podría ser la sequía la clave?
No es raro que los elefantes asiáticos de China se alejen del lugar donde viven. La odisea del clan de la trompa corta empezó en una parte de la reserva de Xishuangbanna conocida como la subreserva de Mengyang. Ya en 1995 se había registrado un movimiento de elefantes fuera de Mengyang, cuando cinco elefantes vagaron hacia el norte, en dirección a la ciudad de Pu’er, y posteriormente ha habido al menos nueve movimientos de este tipo.
Sin embargo, el viaje hacia el norte del clan de la trompa corta era la primera vez que se observaban elefantes asiáticos en China recorriendo tal distancia hacia el norte; incluso los expertos estaban perplejos sobre la causa y el propósito del viaje. El profesor Chen Mingyong, director del centro de investigación del elefante asiático de la Universidad de Yunnan, declaró a los medios: «La manada deambula al azar, pero siempre hacia el norte, y como van ganando altitud a medida que avanzan hacia el norte, cada vez hay menos comida disponible para ellos en las laderas boscosas. Es un comportamiento extraordinario».
Pan Wenjing, directora de proyectos de bosques y océanos de Greenpeace Asia Oriental, lleva años dedicándose a los elefantes asiáticos, y su organización ha trabajado en la conservación de su hábitat. Explica que es normal que los elefantes se desplacen con las estaciones entre distintos hábitats, pero la distancia que recorrió el clan de la trompa corta no tiene precedentes: «Es un acontecimiento singular y no puede atribuirse fácilmente a una razón concreta», señala Pan.
Las andanzas de los elefantes llamaron la atención de los estudiosos, entre ellos el investigador Haijun Wang, de la Facultad de Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Yunnan.
Entre marzo y agosto de 2020, murieron más de 300 elefantes africanos en Botsuana. Un estudio realizado por Wang y un equipo de investigadores demostró que las altas temperaturas sostenidas y las condiciones de sequía habían estimulado el crecimiento de algas verdeazuladas en las fuentes de agua, produciendo cianotoxinas, que provocaron la muerte masiva de elefantes.
Wang declaró a Diálogo con China: «El desplazamiento hacia el norte de elefantes asiáticos en Yunnan y la muerte masiva de elefantes africanos en Botsuana, ambos ocurridos más o menos al mismo tiempo, tuvieron lugar aproximadamente a 24 grados al norte y al sur del ecuador, respectivamente. De ello dedujimos que las altas temperaturas persistentes y las condiciones de sequía podrían ser factores de estrés ambiental a los que ambas especies se enfrentan en común.»
En otro trabajo, también publicado en 2021, Wang y sus coautores identificaron una combinación de factores detrás del desplazamiento de la manada de elefantes hacia el norte. Entre ellos estaba la fuerte caída de la vegetación herbácea y arbustiva dentro de la reserva, provocada por condiciones de calor seco extremo a partir de 2019, que agravó la escasez de alimentos para los elefantes y fue muy probablemente lo que les indujo a partir.

Los despachos oficiales registran que Xishuangbanna experimentó una sequía moderada en 2019, mientras que 2020 trajo un aumento de la sequía, en gran parte de Yunnan, debido a las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones. 57 de los ríos de la provincia se secaron, dificultando el acceso al agua potable a cerca de un millón de personas y cientos de miles de cabezas de ganado.
En el documental Walking with Elephants, que recoge la odisea del clan de la trompa corta, Shen Qingzhong, director del Instituto de Ecología de la Reserva Natural Nacional de Xishuangbanna, afirma: «2020 es el año más seco registrado en Xishuangbanna… El río que bordea el Valle del Elefante Salvaje se secó en febrero, después del Año Nuevo chino. Nunca antes en la historia había ocurrido eso».
Para complicar las cosas a los elefantes está su enorme apetito: un adulto consume cada día entre 100 y 300 kg de comida y entre 80 y 200 litros de agua. Con la sequía reduciendo la disponibilidad tanto de comida como de agua, es lógico que los elefantes busquen nuevas zonas más adecuadas para ellos.
La migración prolongada de los elefantes también puede observarse en otras partes del mundo. En la India, se han observado elefantes asiáticos desplazándose largas distancias debido a la grave sequía, y es bastante común que los elefantes africanos abandonen las reservas durante la estación seca.
Factores internos: Adaptación de los elefantes al entorno y al clima
Sin embargo, Wang también subraya que, aunque «los problemas de agua y alimentos provocados por la sequía son factores que inducen a los elefantes a abandonar su hábitat original, no determinan la dirección que toman los elefantes».
El Clan de la Trompa Corta, que se dirige hacia el norte, fue sólo uno de los al menos tres grupos de elefantes que abandonaron sus hábitats en 2020 y 2021. Más o menos al mismo tiempo que empezó a vagar, otro grupo de la zona de Mengyang, formado por los 17 miembros del «Clan de la Oreja Perdida Pequeña», se puso en camino. Sin embargo, ese grupo se dirigió hacia el sur y, en mayo de 2021, se adentró en el Jardín Botánico Tropical Xishuangbanna de la Academia China de las Ciencias. Un tercer grupo, mientras tanto, entró en aldeas próximas a la reserva para alimentarse de fruta.
Las andanzas de los elefantes llamaron la atención de los estudiosos, entre ellos el investigador Haijun Wang, de la Facultad de Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Yunnan
Un estudio publicado en 2022, con Fei Chen, director del Centro de Investigación del Elefante Asiático de la Administración Nacional de Bosques y Pastizales, como uno de sus coautores, concluyó que la caminata de los elefantes no era tanto una migración como un comportamiento nómada parcial e irruptivo, además de ser un esfuerzo fallido de dispersión. Los grupos de la trompa corta y la oreja pequeña actuaron en respuesta a condiciones anormales, en forma de sequía, y por tanto podría decirse que tomaron una decisión comprensible.
Los elefantes son criaturas inteligentes que se adaptan a los cambios del entorno que limitan su alimentación -como la sequía, las inundaciones, los incendios forestales y las especies invasoras– modificando sus propios patrones de actividad. El cambio climático, por su parte, puede aumentar la frecuencia de esos fenómenos.
El cambio climático y la protección de las zonas habitadas han provocado una expansión del área de distribución de los elefantes asiáticos en Yunnan, según ha descubierto un equipo de investigadores que analizó los cambios en su distribución entre 1959 y 2021. En concreto, cuanto más cálida es la temperatura y mayor la densidad de residentes humanos, más se desplazan las manadas hacia latitudes más altas, lo que significa dirigirse hacia el norte. Y según los escenarios de cambio climático para 2021 a 2030, se prevé que los elefantes asiáticos se extiendan hacia el noreste de su área de distribución actual.
Sin embargo, no todos los elefantes son capaces de adaptarse a tiempo al clima y al medio ambiente.
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En 2022, 179 elefantes de un parque nacional de Kenia murieron en un periodo de ocho meses debido a la sequía.
Un estudio sobre elefantes asiáticos en Myanmar señala que el cambio climático está aumentando el riesgo de enfermedades infecciosas y sequías, y dificultando el acceso al agua, lo que probablemente aumente la mortalidad.
La posibilidad de que los elefantes avancen y las personas se retiren
El elefante asiático sigue siendo un animal protegido por el Estado de Clase I en China -la clasificación más alta del país-, y sólo quedan unos 300 ejemplares en libertad, menos incluso que el número de pandas gigantes. Además, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo considera «en peligro».
Los elefantes asiáticos de China se encuentran principalmente en la prefectura de Xishuangbanna y los municipios de Pu’er y Lincang, todos ellos en Yunnan. En 1958 y 1980 se crearon en Yunnan las reservas naturales nacionales de Xishuangbanna y Nan’gunhe, que abarcan 4.253 kilómetros cuadrados (km2), con el elefante asiático como uno de los principales focos de conservación. La reserva de Xishuangbanna, hogar del clan de la trompa corta, comprende cinco subáreas discontinuas: en Mengyang, Menglun, Mengla, Shangyong y Mangao.

La mayor amenaza a la que se enfrentan los elefantes es la pérdida de hábitat debido a la actividad humana. El profesor Zhang Li, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Normal de Pekín, escribió en 2017 que la expansión de las plantaciones forestales comerciales y la sustitución de los bosques naturales por plantaciones de caucho y té, entre otros productos agrícolas, ha provocado la reducción y la grave fragmentación de los hábitats de los elefantes.
Los problemas del hábitat han sido objeto de debate a lo largo de la historia. En The Retreat of the Elephants (La retirada de los elefantes), una obra clásica sobre la historia medioambiental china publicada en 2004, el historiador Mark Elvin analizaba el asentamiento y la dispersión de los humanos en términos de una lucha contra los elefantes en tres frentes: por la roturación de tierras para la agricultura; por la protección de los cultivos; y por el marfil y el uso de los elefantes para la guerra, el transporte y las ceremonias. La destrucción del hábitat fue decisiva en esa lucha y provocó que los elefantes se vieran obligados a desplazarse más al sur.
Esto es cierto no sólo para China. Una evaluación de los cambios en el hábitat forestal de los elefantes asiáticos ha demostrado que entre 2001 y 2018 se perdieron más de 67.000 km2. De esta pérdida, el 87% fue directamente atribuible a la tala y la deforestación asociadas a la expansión de la agricultura y las plantaciones, mientras que el 13% restante se perdió a causa de la minería, el crecimiento urbano y el desarrollo de infraestructuras.
Factores climáticos en los hábitats de los elefantes
En los últimos tres años, el clan de la trompa corta ha crecido en número, con el nacimiento de crías y la incorporación de nuevos machos adultos. El clan también se ha dividido en dos grupos que actúan en zonas diferentes, lo que es una buena noticia en el contexto de la disminución mundial del número de elefantes asiáticos. Pero el aumento de la población de elefantes obliga a las manadas a desplazarse más lejos en busca de alimento, lo que hace urgente abordar la cuestión de la conservación y posible ampliación de sus hábitats.
Un estudio sobre elefantes asiáticos en Myanmar señala que el cambio climático está aumentando el riesgo de enfermedades infecciosas y sequías, y dificultando el acceso al agua, lo que probablemente aumente la mortalidad
En una sesión informativa sobre las manadas, Wan Yong, director de la Oficina de Administración de Bosques y Pastizales de Yunnan, afirmó que, gracias a años de conservación, la población china de elefantes asiáticos salvajes ha pasado de unos 150 en 1978 a más de 300 en la actualidad. A finales de 2020, la presencia de elefantes se había extendido más allá de las reservas naturales de Xishuangbanna y Nan’gunhe a 55 municipios de 11 condados de tres prefecturas y ciudades de Yunnan, y gran parte de la actividad de los elefantes tenía lugar fuera de las reservas naturales. Además, la cubierta forestal de la reserva de Xishuangbanna había alcanzado más del 97% en 2016, con un alto nivel de cierre de las copas y una reducción de las plantas de las que se alimentan los elefantes.
Si las condiciones en el hábitat original de los elefantes no mejoran, es probable que los casos de abandono y dispersión sean cada vez más frecuentes, afirma Pan Wenjing. En los últimos años, el gobierno chino ha acelerado la introducción de medidas de protección para los elefantes asiáticos. Los expertos han pedido que se amplíen las zonas de conservación, se reconviertan las plantaciones forestales para garantizar la disponibilidad de alimento para los elefantes, se desarrollen corredores ecológicos y bases de fuentes de alimento y se establezcan zonas de conservación transfronterizas. También se está creando un parque nacional para elefantes asiáticos.
Un documento publicado en 2019 concluyó que China tenía unos 5.228 km2 de hábitat adecuado para los elefantes asiáticos, y que esto se reducirá en 2.391 km2 –más del 45%– para 2050, debido al cambio climático. Li Wenwen, autor principal del estudio, afirma que los hábitats adecuados para los elefantes deben protegerse de la actividad humana o identificarse como «refugios climáticos», es decir, zonas con condiciones climáticas relativamente estables y una buena conectividad con las zonas adecuadas actuales y futuras. «Lo principal [para garantizar] la supervivencia de los elefantes asiáticos es restaurar y ampliar los hábitats adecuados para ellos», afirma Li.
Para Haijun Wang, lograr una coexistencia armoniosa entre humanos y elefantes en un contexto de cambio climático global es algo que hay que estudiar a fondo. Según él: «El principal punto de fricción entre humanos y elefantes en la actualidad sigue siendo el conflicto por la tierra en la que vivir. En el futuro, tenemos que dar prioridad a las necesidades de alimentos y agua de la creciente población de elefantes asiáticos, así como al impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en sus recursos de alimentos y agua.»
Nota: El artículo fue publicado originalmente en inglés en China Dialogue. La reproducción del mismo en español se realiza con la debida autorización. Link al artículo original:https://chinadialogue.net/en/nature/why-did-the-yunnan-elephants-trek-so-far-north/
Editor consultor sobre China en China Dialogue. Ha trabajado en varias ONG internacionales y chinas centradas en el medio ambiente, la comunicación y la sociedad civil.