La guerra de Ucrania está poniendo a prueba la veracidad de muchos tratados vigentes relacionados con el uso del arsenal nuclear.
El actual conflicto en Ucrania ha tenido profundas consecuencias en las relaciones internacionales, especialmente en el ámbito de la diplomacia nuclear. Desde que comenzó el conflicto en 2014, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia y el estallido de los combates en el este de Ucrania, el entorno de seguridad en Europa ha cambiado drásticamente. Como resultado, los principios de desarme, no proliferación y disuasión nuclear han sido objeto de un mayor escrutinio.
Las múltiples repercusiones de la guerra en Ucrania sobre la diplomacia nuclear, incluidas las implicaciones para el Tratado de No Proliferación (TNP), el papel de las armas nucleares en la seguridad regional y mundial, y las perspectivas de futuros acuerdos de control de armamentos, son nefastas en el escenario actual. Al igual que el TNP y el Memorándum de Budapest de 1970.
El Tratado de No Proliferación y el Memorándum de Budapest
El TNP, que entró en vigor en 1970, es la piedra angular del régimen mundial de no proliferación. Se construyó sobre tres pilares: la no proliferación, el desarme y el uso pacífico de la energía nuclear. Sin embargo, la guerra de Ucrania ha puesto en duda la credibilidad de las garantías de seguridad del TNP, sobre todo a la luz del Memorando de Budapest.
El Memorando de Budapest de 1994 fue un acuerdo histórico firmado por Ucrania, Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido. El acuerdo fue un momento crucial en los esfuerzos mundiales de desarme, ya que supuso la renuncia voluntaria del arsenal nuclear ucraniano, que en aquel momento era el tercero más grande del mundo. A cambio de renunciar a sus armas nucleares, Ucrania recibió garantías de seguridad de los demás signatarios.
Este acuerdo fue un hito importante en la búsqueda de un entorno de seguridad más estable. Demostró que un Estado con armas nucleares podía desarmarse voluntariamente y contribuir a los esfuerzos de paz mundiales. El Memorando de Budapest sirve de recordatorio de la importancia de la cooperación y la diplomacia internacionales para resolver conflictos y promover el desarme.
Sin embargo, la anexión de Crimea por parte de Rusia y su continuo apoyo a los separatistas en el este de Ucrania han planteado dudas sobre el valor de las garantías de seguridad ofrecidas por el Memorándum de Budapest. Como resultado, algunos Estados no poseedores de armas nucleares pueden considerar ahora que las garantías de desarme y seguridad del TNP son menos fiables, lo que podría socavar la eficacia del tratado para frenar la proliferación de armas nucleares.
Las armas nucleares en la seguridad regional y mundial
La crisis ucraniana también ha provocado una reevaluación del papel de las armas nucleares en la seguridad regional y mundial. Ante una Rusia cada vez más asertiva, la OTAN ha tratado de tranquilizar a sus miembros de Europa del Este mediante una mayor presencia militar y ejercicios. Algunos expertos sostienen que las acciones de Moscú en Ucrania han reforzado la importancia de la disuasión nuclear para la OTAN, ya que la alianza trata de preservar la credibilidad de sus garantías de seguridad. Como Finlandia también se une a la OTAN, ésta se acerca a las fronteras de Rusia.
Al mismo tiempo, las acciones de Rusia han suscitado una creciente preocupación por la posibilidad de una escalada nuclear. Rusia ha realizado señales nucleares provocativas, como el despliegue de sistemas de misiles con capacidad nuclear en Kaliningrado y la realización de ejercicios nucleares a gran escala. Además, la doctrina militar de Moscú hace hincapié en el papel de las armas nucleares para disuadir y responder a las amenazas convencionales. Esto ha aumentado el riesgo de que se produzca un incidente nuclear, ya sea por un error de cálculo o por un malentendido, y ha incrementado la importancia de las medidas de reducción del riesgo nuclear.
Es un hecho ampliamente reconocido, incluso por Moscú, que el uso de armas nucleares es un juego peligroso de consecuencias irreversibles. La posibilidad de que Estados vecinos sufran el mismo destino que Hiroshima es un recordatorio aleccionador del poder devastador de estas armas. A pesar de la postura agresiva de Rusia, es imperativo que demos prioridad a la disuasión nuclear y a la diplomacia en la escena mundial. Estas cuestiones son de la máxima importancia y requieren un enfoque delicado para garantizar la seguridad de todas las naciones.
El TNP, que entró en vigor en 1970, es la piedra angular del régimen mundial de no proliferación
Futuros acuerdos de control de armamentos
El actual conflicto en Ucrania ha tenido un impacto perjudicial en el potencial de futuros acuerdos de control de armamentos. La confianza y la cooperación necesarias para tales acuerdos se han visto gravemente dañadas por el conflicto, lo que dificulta el establecimiento de una base para futuras negociaciones. El Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), firmado por Estados Unidos y la Unión Soviética en 1987 para eliminar toda una clase de misiles balísticos y de crucero lanzados desde tierra, nucleares y convencionales, se ha roto debido al deterioro del entorno de seguridad en Europa. Estados Unidos se retiró formalmente del Tratado INF el 2 de agosto de 2019, bajo la administración Trump.
Además, el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START) entre Estados Unidos y Rusia, que limita el número de armas nucleares estratégicas desplegadas, expiró en 2021. Aunque ambas partes han expresado su interés en prorrogar el tratado, las tensiones en torno a la crisis de Ucrania pueden complicar las negociaciones. La erosión de la confianza y la cooperación entre Estados Unidos, Rusia y las naciones europeas también hace que la perspectiva de nuevos acuerdos de control de armas parezca lejana.
Es crucial abordar las cuestiones que han surgido del conflicto en Ucrania y trabajar para reconstruir la confianza y la cooperación entre las naciones. De lo contrario, podrían perderse importantes acuerdos de control de armamento y aumentar las tensiones y los conflictos. Es imperativo que todas las partes implicadas den prioridad a la diplomacia y trabajen para encontrar una solución pacífica a la crisis actual.
Para llevar
La guerra en Ucrania ha tenido un impacto significativo en la diplomacia nuclear, planteando cuestiones sobre la credibilidad de las garantías de seguridad en el marco del TNP, el papel de las armas nucleares en la seguridad regional y mundial, y las perspectivas de futuros acuerdos de control de armas.
El actual conflicto en Ucrania ha tenido un impacto perjudicial en el potencial de futuros acuerdos de control de armamentos
A medida que el conflicto sigue evolucionando, es crucial que los responsables políticos y los expertos consideren las implicaciones de estos acontecimientos para el régimen mundial de no proliferación y la diplomacia nuclear en general. En medio de la creciente preocupación por la posibilidad de una escalada nuclear, es esencial mantener abiertas las líneas de comunicación y aplicar medidas de reducción de riesgos para preservar la paz y la seguridad internacionales.
Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente los puntos de vista del Gobierno de India ni de Defence Research and Studies.
Artículo republicado en el marco de un acuerdo con Dras (Defense Research and studies) para compartir contenido. Link al artículo original:https://dras.in/ukraine-war-and-nuclear-diplomacy/
Joven investigador y analista de Defensa en "The Global Strategic and Defence News Analysis". Inicialmente hizo prácticas en "The Kootneeti" y es autor de numerosos artículos sobre las relaciones internacionales y de defensa de India. Está cursando un máster en Defensa y Estudios Estratégicos. Antes se licenció en Ciencias Militares. Está especializado en asuntos de defensa, relaciones internacionales y geopolítica.