Guerra ruso-ucraniana: tecnologías militares para la guerra del futuro

GUERRA
Imagen: Wion

La guerra ruso-ucraniana en curso ha entrado en el segundo año (14º mes) y, hasta la fecha, no hay indicios de que vaya a terminar en las próximas semanas o en los meses venideros.

Sin embargo, es prudente hacer una evaluación de los éxitos y fracasos de la tecnología militar (cinética, digital y cibernética) desencadenada por ambos bandos, así como identificar las lecciones que los establecimientos militares de todo el mundo pueden aprender del conflicto. También es importante la innovación en el combate (concepto de operaciones), en el que las plataformas y sistemas disponibles comercialmente, incluidas las aplicaciones de crowdsourcing, se están utilizando como opciones para aumentar el hardware tradicional desplegado por los ejércitos. La guerra también ha demostrado cómo puede integrarse una combinación de equipos militares de alta gama y tecnologías comerciales de bajo nivel para lograr una ventaja en el campo de batalla.

En primer lugar, se utilizaron ampliamente las plataformas avanzadas clásicas (tanques, infantería mecanizada y artillería) y armas de precisión como los misiles antirradar. Según los militares ucranianos, el asalto ruso a Kiev del 28 de febrero de 2022 estuvo dirigido por 10 unidades de batallones tácticos rusos separados, que entraron en Ucrania en una columna mecanizada de 56 kilómetros de longitud, compuesta por 1.000 tanques, 2.400 vehículos de infantería mecanizada y 10.000 personas, así como decenas de camiones de suministro que transportaban alimentos, combustible, aceite y municiones, para acabar en un atasco.

Por su parte, el ejército ucraniano utilizó eficazmente el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad Lockheed Martin (HIMARS), suministrado por Estados Unidos, que alcanzó y destruyó puestos de mando, depósitos de municiones y almacenes logísticos rusos, además de interrumpir las líneas de suministro. El HIMARS tiene claras ventajas de alcance sobre la artillería clásica y, al ser móvil, puede desplegarse desde múltiples ubicaciones. En el mar, los misiles antibuque desempeñaron un papel importante en la guerra de superficie y las fuerzas navales ucranianas lograron hundir el Moskva, buque insignia de la Flota rusa del Mar Negro, tras ser alcanzado por misiles antibuque ucranianos.

HIMARS PC: Bloomberg

En segundo lugar está la guerra cibernética, que es la que menos “llama la atención” en comparación con la guerra cinética. Los piratas informáticos rusos aprovecharon el ciberespacio y lo utilizaron eficazmente para recopilar datos críticos para “la planificación previa a la guerra, los objetivos cinéticos, las actividades de ocupación y las operaciones de influencia”. Además, los piratas informáticos pueden haber obtenido “datos de geolocalización en tiempo real que permitieron el asesinato del Presidente Volodymyr Zelenskyy o la selección oportuna y precisa de las fuerzas ucranianas, en particular de aquellas con sistemas de armamento occidentales de alto valor”. Asimismo, la inteligencia no cibernética obtenida mediante guerra electrónica, imágenes por satélite, inteligencia humana e interceptación de señales resultó de gran utilidad para Rusia.

Creciente presencia militar en el Ártico

El tercero se refiere al importante papel desempeñado por las plataformas no tripuladas, como los vehículos aéreos no tripulados (UAV), los buques de superficie no tripulados (USV), los drones y las municiones de merodeo. Los UAV fueron desplegados por ambas partes para una serie de tareas, entre ellas la entrega de artillería y tareas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Los rusos utilizaron con éxito drones iraníes (el dron polivalente Mohajer-6 y los drones kamikazes de un solo uso Shahid 131 y 136), como alternativa más barata a los misiles de crucero, para recopilar información y transportar cargas útiles de munición.

Iranian Drones PC: Forbes

El exitoso ataque del ejército ruso contra la cañonera ucraniana Gyurza clase M, utilizando municiones de merodeo Lancet, ha añadido una nueva dimensión a la guerra naval/costera. El Lancet está “diseñado para operar principalmente a través de un control de hombre en bucle y transmite vídeo desde su sistema de puntería a bordo a su controlador a través de un enlace de datos de línea de visión”.

Los USV ucranianos llevaron a cabo un ataque con éxito contra la Flota rusa del Mar Negro en la bahía de Pivdenna, muy cerca de la base naval de Sebastopol, la principal base de la Armada rusa en la guerra, como también el puerto base de la Flota del Mar Negro. Al parecer, las plataformas no tripuladas pueden incluso haberse acercado a un submarino de clase Kilo que, según se informa, estuvo atracado en la bahía de Pivdenna durante la guerra de Ucrania.

Los UAV fueron desplegados por ambas partes para una serie de tareas, entre ellas la entrega de artillería y tareas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento

En cuarto lugar está el papel de las empresas comerciales de tecnología y las compañías tecnológicas internacionales que están dispuestas a apoyar las operaciones militares ucranianas proporcionando servicios de Internet. Entre ellas SpaceX, propiedad de Elon Musk, suministró terminales Starlink a Ucrania que permitieron a los militares “comunicarse enchufándolos y conectándolos con los casi 4.000 satélites que SpaceX ha lanzado a la órbita terrestre baja hasta la fecha”. Del mismo modo, Cloudflare “protegió las aplicaciones web ucranianas filtrando y monitorizando el tráfico HTTP para bloquear ataques maliciosos, incluidos los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS)” y la compañía ha declarado que se comprometen a “seguir proporcionando herramientas que protejan los servicios de Internet de los ciberataques, mejoren la seguridad de quienes operan en la región y compartan información sobre la conectividad y el enrutamiento de Internet dentro de Ucrania”.

La guerra ruso-ucraniana también puede atribuirse al uso generalizado de aplicaciones de teléfonos inteligentes para compartir información e inteligencia, así como para subir imágenes en directo del campo de batalla y las zonas civiles. Por ejemplo, eVorog, un sistema de chat seguro que permitía a los civiles compartir informes sobre los movimientos de las tropas rusas. Del mismo modo, la aplicación Diia, fue reutilizada para permitir a los civiles subir imágenes y coordenadas de geolocalización, diferentes activos militares rusos. Del mismo modo, se utilizó DeepState para reunir “informes de medios sociales e inteligencia” y se compartieron vídeos rusos para exponer sus movimientos en la guerra de Ucrania.

En quinto lugar, es justo afirmar que las minas marinas están desempeñando un importante valor de molestia en la guerra, y “nadie sabe cuántas de esas minas vagan ahora libremente por el Mar Negro, y cuanto más tiempo permanezcan sin recoger, más lejos irán a la deriva”.

las empresas comerciales de tecnología y las compañías tecnológicas internacionales que están dispuestas a apoyar las operaciones militares ucranianas proporcionando servicios de Internet

Por último, es justo afirmar que la guerra clásica y el concepto tradicional de operaciones no son obsoletos, sino que se verán complementados por formas nuevas y disruptivas de dispositivos de sistemas y servicios disponibles comercialmente que exigen un mayor grado de agilidad y adaptabilidad.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente los puntos de vista del Gobierno de la India ni de Investigación y Estudios de Defensa.

Artículo republicado en el marco de un acuerdo con Dras (Defense Research and studies) para compartir contenido. Link al artículo original:https://dras.in/russo-ukrainian-war-military-technologies-for-future-warfare/

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El Dr. Vijay Sakhuja fue director de la Fundación Marítima Nacional de Nueva Delhi, cofundador y administrador de la Fundación Península, miembro distinguido del Centro de Investigación de Políticas Públicas y miembro visitante y principal del Instituto Camboyano para la Cooperación y la Paz. Es profesor adjunto de la School of Maritime and Air and Space Studies y de la Rashtriya Raksha University. También está asociado a la Fundación Internacional Kalinga y al Consejo Indio de Asuntos Mundiales. El Dr. Sakhuja ha formado parte del profesorado del Instituto de Estudios del Sudeste Asiático de Singapur, de la Universidad Nacional de Derecho de Gujarat, y ha sido director (investigación) del Consejo Indio de Asuntos Mundiales, IDSA, ORF, USI y CAPS. Antiguo oficial de la Armada india, Sakhuja está especializado en asuntos indo-pacíficos, tecnologías de la 4ª Revolución Industrial, cuestiones del Ártico y economía azul. Ha publicado más de 40 libros, volúmenes editados y monografías.