Indonesia ha marcado un hito al inaugurar de manera oficial la primera bolsa de criptomonedas respaldada por el Estado, en una medida supervisada por la Agencia de Supervisión del Comercio de Futuros de Materias Primas.
En este acontecimiento, la empresa local PT Kliring Berjangka Indonesia ha sido distinguida con el papel de cámara de compensación de futuros, asumiendo la responsabilidad de la liquidación de los criptoactivos. Además, otra compañía local, PT Tennet Depository Indonesia, se alza como gestora principal del almacenamiento de dichos activos digitales.
Dando un vistazo a la selección de criptodivisas que estarán presentes en esta nueva plataforma financiera, se cuentan nombres como Binance, Ripple, Ethereum, Tether y Bitcoin, todas ellas empresas autorizadas que añadirán su valor a la ecuación.
A través de esta bolsa, el Gobierno indonesio proyecta una clara intención de fortalecer el marco normativo que rodea al floreciente sector de las criptomonedas, buscando erigir un entorno de comercio de criptoactivos que destaque por su seguridad y equidad inquebrantables.
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A pesar de la actual prohibición gubernamental del uso de criptomonedas como medio de pago, el terreno de las inversiones en criptoactivos recibe luz verde.
Con base en los datos facilitados por la Agencia de Supervisión del Comercio de Futuros de Materias Primas, la nación indonesia acoge en su seno a aproximadamente 17 millones de usuarios que se aventuran en el mundo de las criptodivisas, una cifra que atestigua el crecimiento y la relevancia de este fenómeno financiero en la región.
Aumento del volumen de transacciones de criptodivisas
En el floreciente sector de la tecnología financiera de Indonesia, se han identificado oportunidades de crecimiento significativas. El país ha sido testigo del surgimiento de cuatro unicornios y un decacornio en este campo, lo que resalta su competitividad y dinamismo en la región del Sudeste Asiático.
El sector de tecnología financiera indonesio está dominado en su mayoría por plataformas de préstamos entre particulares (50%) y sistemas de pago electrónico (23%). A pesar de la presencia de numerosas empresas de tecnología financiera en el país, los inversores extranjeros todavía pueden aprovechar el potencial en desarrollo de este sector.
Esto se debe, en parte, a que gran parte de la población activa trabaja en el sector informal, y muchas microempresas y pequeñas y medianas empresas enfrentan dificultades para acceder a financiamiento bancario debido a su naturaleza predominantemente informal.
El comercio de criptomonedas en Indonesia ha presenciado un marcado aumento en los últimos años, alcanzando los 56.000 millones de dólares en 2021, en comparación con los 4.600 millones de dólares registrados en 2020.
Este incremento significativo se atribuye en parte a la decisión de los reguladores indonesios de permitir la negociación de criptomonedas como materias primas en 2019, así como a la creciente inversión durante el apogeo de la pandemia en 2021.
Durante el año 2021, el volumen de criptomonedas negociadas alcanzó los 19.000 millones de dólares, y esta cifra se ubicó en 4.420 millones de dólares durante el primer semestre de 2023. Sin embargo, la demanda de criptomonedas ha experimentado una disminución, posiblemente influenciada por el aumento de los tipos de interés en los últimos meses.
Indonesia representa el 40% del total de transacciones digitales por valor de 77.000 millones de dólares en la región del Sudeste Asiático.
En un intento por regular y supervisar el sector de las criptomonedas en Indonesia, la Agencia de Supervisión del Comercio de Futuros de Materias Primas implementó el Reglamento 8/2022 en noviembre de 2022. De acuerdo con este reglamento, las empresas que deseen operar como proveedores de intercambio de criptomonedas (CEP, por sus siglas en inglés) deben cumplir con una serie de requisitos. Estos requisitos incluyen, entre otros, los siguientes.
Un capital mínimo desembolsado de 100.000 millones de rupias (aproximadamente 6,6 millones de dólares); fondos propios mínimos de aproximadamente 3,3 millones de dólares; una plataforma de negociación en línea capaz de facilitar la negociación de criptoactivos vinculados a instituciones de compensación de futuros y bolsas de futuros.
Además, se exige una estructura organizativa que incluya divisiones como auditoría, asuntos legales, tecnología informática, atención al cliente, contabilidad y finanzas, asi como también al menos un empleado certificado en seguridad de sistemas de información.
También, las empresas que deseen operar como proveedores de intercambio de criptomonedas tienen limitada la posibilidad de participación en otras empresas, asi un CEP solo puede poseer hasta el 20% de las acciones de otro CEP. La propiedad extranjera solo está permitida en un CEP o posible CEP, y se establece que al menos dos tercios de los consejos de administración y comisarios deben ser ciudadanos indonesios.
Por último, los CEP deben presentar informes periódicos, informes sobre el plan de negocio y logros empresariales a la Agencia de Supervisión del Comercio de Futuros de Materias Primas. Además, deben establecer una entidad local en Indonesia para poder obtener una licencia.
Préstamos P2P
Las micro, pequeñas y medianas empresas locales (MiPyMEs) en Indonesia a menudo presentan modelos de negocio que no se alinean con las características de los productos financieros tradicionales ofrecidos por el sector bancario. Desafíos como las condiciones de pago de los préstamos, los requisitos de garantía y la evaluación crediticia han limitado su acceso a servicios financieros convencionales.
Sin embargo, las empresas fintech extranjeras están preparadas para abordar esta brecha mediante la introducción de nuevos modelos de financiamiento que tienen el potencial de atender a los 47 millones de adultos con acceso limitado a servicios bancarios y los 92 millones de adultos no bancarizados en Indonesia.
A partir del año 2020, los préstamos entre particulares (P2P) superaron los 7.700 millones de dólares a través de más de 102 empresas fintech oficialmente registradas por la Autoridad de Servicios Financieros (OJK), beneficiando a más de 26 millones de prestatarios en todo el país.
La adopción de monederos electrónicos también ha experimentado un crecimiento significativo en Indonesia. Las transacciones utilizando dinero electrónico aumentaron en un 173% durante 2020, y actualmente se han vuelto esenciales para los consumidores indonesios.
El país se perfila como un terreno fértil para la competencia entre aplicaciones de pago digital, ya que cuenta con numerosos factores que favorecen la adopción de sistemas de pago digitales.
Con una población de aproximadamente 196 millones de personas con acceso a Internet y una tasa de penetración de smartphones del 60%, superando el 51% de la región de la ASEAN, Indonesia reúne las condiciones propicias para la expansión de la economía digital. La emergente clase media, que ya representa el 20% de la población, desempeña un papel clave en este crecimiento.
Para los inversores extranjeros en el ámbito de los monederos electrónicos, resulta crucial ofrecer una experiencia centrada en el cliente. Esto implica permitir a los usuarios efectuar pagos mediante métodos de pago locales de su elección, desde la banca móvil hasta pagos realizados en tiendas de conveniencia. Esta enfoque se debe a que, a pesar de la elevada penetración de smartphones en Indonesia, una porción considerable de la población aún carece de acceso a servicios bancarios.
En definitiva, el panorama financiero indonesio está evolucionando a través de la intervención de las fintech extranjeras, que buscan satisfacer las necesidades únicas de las ciudadanos indonesios y abordar la demanda creciente de servicios financieros digitales entre una población diversa y tecnológicamente conectada.
Nicolás Caputo titular del Grupo Caputo, es uno de los empresarios más influyentes de Argentina, con experiencia en múltiples sectores como construcción, producción de equipos de aire acondicionado, tecnología y energía. Ocupó la función de cónsul de Singapur en Argentina, designado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático y fue cónsul argentino ante Singapur.