¿Por qué Francia está tan dispuesta a congraciarse con Narendra Modi?

chriLa relación económica de India con Francia difiere de la de otros países comparables en un aspecto clave: su comercio bilateral de bienes.

Mientras que Alemania y los Países Bajos registraron volúmenes significativos -25.000 y 17.000 millones de dólares respectivamente el año pasado-, el total de Francia, excluyendo las ventas militares, fue de poco más de 12.000 millones de dólares.

Las empresas francesas están menos implantadas en India que las de otros países europeos, con algunas excepciones destacadas como Capgemini, una empresa de servicios tecnológicos y consultoría, la mitad de cuyos 350.000 trabajadores trabajan allí. Pero Francia ocupa el undécimo lugar entre los inversores extranjeros en India, mientras que los Países Bajos son cuartos y Alemania, potencia comercial ante todo, ocupa el noveno lugar, con 200 inversores indios activos en Alemania. Del mismo modo, a pesar de los esfuerzos de las autoridades y los universitarios franceses, el número de estudiantes indios en los campus franceses -alrededor de diez mil- está muy por detrás de Alemania, que contaba con 34.000 en 2022.

El motor de las relaciones franco-indues está en otra parte, en el ámbito soberano de la estrategia, e incluso de la seguridad, donde el papel del Estado es mayor que en la economía. Ambos países justifican su proximidad por su interés nacional, invocando los «valores democráticos» que supuestamente comparten. Sin embargo, la reciente evolución política de India socava por completo esta idea. Entonces, ¿dónde residen realmente los intereses de Francia a corto y largo plazo?

La estrategia indopacífica de Francia

Desde el punto de vista geopolítico, India ha sido durante mucho tiempo un socio estratégico de Francia, oficialmente desde enero de 1998, cuando Jacques Chirac realizó una histórica visita presidencial en un momento en que India carecía de un gobierno estable y estaba a pocas semanas de las elecciones que llevaron al poder a Atal Bihari Vajpayee, el primer primer ministro nacionalista hindú del Bharatiya Janata Party (BJP). Poco después, las pruebas nucleares de su gobierno fueron ampliamente condenadas por la comunidad internacional (India nunca ha firmado el Tratado de No Proliferación), pero no por Francia. Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido y muchos otros países impusieron sanciones, pero Francia mostró una indulgencia que India aún recuerda.

En el contexto actual, esta asociación estratégica de 25 años de antigüedad ha cobrado mayor importancia debido al ascenso de China, especialmente manifestado por un nuevo tipo de influencia en el Océano Índico. Países de la región, como Sri Lanka, que han recurrido a prestamistas chinos para proyectos a gran escala, ven ahora debilitada su soberanía. Francia, como potencia residente en el Índico, donde se encuentra gran parte de su zona económica exclusiva (ZEE) debido a sus territorios de ultramar, está preocupada por este expansionismo.

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También lo está Nueva Delhi, en mayor medida si cabe, pues empieza a sentirse cercada por la presencia china en Pakistán, Myanmar, Nepal y Bangladesh. Estos intereses mutuos en la región explican en parte el lugar que ocupa India en la estrategia indopacífica de Francia, presentada por primera vez por Emmanuel Macron en mayo de 2018 en un discurso en Sídney, en el que describió la estrategia de China en la región como un «cambio de juego». Todas las declaraciones oficiales al respecto presentan a India como el socio clave de Francia en la región, como demuestran los diálogos trilaterales que Francia e India han mantenido con Australia y Emiratos Árabes Unidos (EAU).

El motor de las relaciones franco-indues está en otra parte, en el ámbito soberano de la estrategia, e incluso de la seguridad, donde el papel del Estado es mayor que en la economía

Al mismo tiempo, el gobierno indio ha ayudado a París a ingresar en organismos multilaterales (o «minilaterales») debido a su amplia huella marítima, como la Asociación de la Cuenca del Océano Índico (IORA), a la que se unió en 2020. Esto se ha traducido en maniobras militares bilaterales, la primera de las cuales, Varuna, es un acontecimiento anual desde 2001; el portaaviones Clémenceau participó en ella en 2021.

Merece la pena examinar la posición del Gobierno francés, que considera a India su socio preferente en el océano Índico, sobre todo para resistir las incursiones de China. El académico Ashley Tellis es uno de los que iniciaron este debate en el contexto de las relaciones de Estados Unidos con India. Ha argumentado que Washington, donde Narendra Modi realizó una visita de Estado en junio, «ha hecho una enorme apuesta» por India, tratándola como un socio clave simplemente porque Estados Unidos no tiene ni los medios ni la inclinación para enfrentarse a Pekín.

Esta opinión se apoya en tres hechos. En primer lugar, la economía de India es mucho más débil que la de China, su mayor socio comercial, del que depende en gran medida. Segundo, Nueva Delhi prefiere no reaccionar ante la invasión territorial china en el Himalaya, visible en imágenes por satélite, para evitar iniciar hostilidades en las que India saldría peor parada. En tercer lugar, India y China siguen colaborando en el seno de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para desbancar a las potencias occidentales de sus posiciones de poder en el sistema de la ONU, principalmente porque ambos rechazan la visión occidental del orden internacional liberal.

Artículo republicado de The Wire en el marco de un acuerdo entre ambas partes para compartir contenido. Link al artículo original:https://thewire.in/diplomacy/france-emmanuel-macron-narendra-modi-strategy

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Investigador senior en el CERI-Sciences Po/CNRS de París, profesor de Política y Sociología de la India en el King's India Institute de Londres y académico no residente en la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.

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