El Banco Asiático de Desarrollo (ADB) ha anunciado que Tiflis, Georgia, será la sede de su 57ª Reunión Anual, que se celebrará del 2 al 5 de mayo de 2024, siendo la primera vez que Georgia acoja la Reunión Anual del Banco.
La Reunión Anual es una oportunidad para que los gobernadores del ADB examinen los problemas y retos de desarrollo a los que se enfrentan Asia y el Pacífico. Varios miles de participantes, entre ellos ministros de finanzas, gobernadores de bancos centrales, altos funcionarios del gobierno, miembros del sector privado, representantes de organizaciones internacionales y de la sociedad civil, jóvenes, académicos y medios de comunicación, asisten regularmente a la reunión.
“Georgia es un centro neurálgico para el comercio regional y un puente crucial entre Asia y Europa”, declaró Masatsugu Asakawa, presidente del ADB. “La Reunión Anual de 2024 brindará una importante oportunidad para mostrar el rico patrimonio y el tremendo potencial del país”.
“El lema que hemos elegido para la 57ª Reunión Anual del ADB representa la necesidad de sinergia a nivel regional y global para que, después de Recuperarnos, Reconectarnos y a través de las Reformas, podamos construir conjuntamente el Puente hacia un Futuro Más Brillante”, dijo el ministro de Finanzas de Georgia y gobernador del ADB, Lasha Khutsishvili.
El tema de la 57ª Reunión Anual es “Puente hacia el futuro”. El lema de la 56ª Reunión Anual fue “Rebounding Asia: Recuperar, reconectar y reformar”.
El ADB celebra su 56ª Reunión Anual en Incheon, Corea del Sur
El ADB inició su asociación con Georgia en 2007 y es uno de los principales socios multilaterales de desarrollo del país. El ADB ha comprometido 82 préstamos al sector público, subvenciones y asistencia técnica para Georgia por un total de 3.900 millones de dólares. Su cartera soberana en curso en Georgia incluye 17 préstamos por valor de 1.750 millones de dólares.
El ADB seguirá ayudando a Georgia a responder a las incertidumbres en materia de crecimiento derivadas de los acontecimientos geopolíticos y los riesgos relacionados con el clima, al tiempo que contribuirá a facilitar un papel más activo del sector privado en la economía.
El banco tratará de financiar soluciones resistentes al clima en la gestión de los recursos hídricos, el regadío, el transporte urbano y las infraestructuras para impulsar las exportaciones de energía verde a los países vecinos.