El sector energético de Tailandia impulsa el crecimiento económico

energético Tailandia

El sector energético de Tailandia está experimentando un periodo de crecimiento y transformación dinámicos, impulsando a la nación del Sudeste Asiatico hacia un futuro sostenible. 

Gracias a sus ambiciosos objetivos en materia de energías renovables, la adopción de tecnologías innovadoras y las inversiones estratégicas, Tailandia se está convirtiendo en un ejemplo en el panorama energético mundial.

Energías renovables: un pilar clave del futuro de Tailandia

Uno de los avances fundamentales del sector energético tailandés es su apuesta por las energías renovables. El Gobierno se ha fijado el objetivo de alcanzar el 30% de energías renovables en su mix de generación eléctrica para 2037. 

Esto incluye la energía solar, eólica e hidroeléctrica, con importantes inversiones en estas áreas. La energía solar, en particular, ha experimentado un crecimiento sustancial con la aparición de numerosas granjas solares por todo el país, que aprovechan la abundante luz solar.

Los proyectos de energía solar en Tailandia aprovechan las favorables condiciones climáticas del país. Con una media de 2.400 horas de sol al año, Tailandia está en una situación ideal para aprovechar la energía solar. Las granjas solares, grandes y pequeñas, se han convertido en una imagen común en todo el país, transformando Tailandia en un centro de producción de energía solar. Los incentivos y las subvenciones públicas han fomentado la inversión privada y empresarial en infraestructuras solares.

La energía eólica también avanza en Tailandia, sobre todo en regiones con vientos constantes. En zonas como Nakhon Ratchasima y Chaiyaphum se han instalado parques eólicos con turbinas gigantes que aprovechan el potencial del viento como fuente de energía limpia. El sector eólico tailandés ha atraído inversiones nacionales e internacionales, acelerando aún más la transición a las energías renovables.

La energía hidroeléctrica, una fuente consolidada de energía limpia, sigue desempeñando un papel vital en la cartera energética de Tailandia. El país lleva décadas aprovechando la fuerza de sus ríos, con grandes presas hidroeléctricas como la presa de Bhumibol, que contribuyen significativamente a la generación de electricidad. Sin embargo, Tailandia también está explorando proyectos hidroeléctricos a menor escala que minimicen el impacto ambiental y suministren energía a comunidades remotas.

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Adopción de tecnología innovadora

Las empresas energéticas tailandesas están adoptando rápidamente tecnologías de vanguardia para optimizar la producción de energía y reducir el impacto ambiental. Se han generalizado las redes inteligentes, las soluciones de almacenamiento de energía y los sistemas avanzados de supervisión. 

Estas tecnologías no sólo están mejorando la eficiencia de la generación de energía, sino también la fiabilidad y estabilidad generales de la red.

Las redes inteligentes son el eje de la transformación energética de Tailandia. Estos sistemas inteligentes, controlados digitalmente, mejoran la gestión de la generación y distribución de electricidad. Permiten la supervisión en tiempo real, la automatización y la asignación eficiente de los recursos energéticos.

Las redes inteligentes también facilitan la integración de fuentes de energía renovables, que pueden ser de naturaleza variable. Al equilibrar perfectamente la red, Tailandia garantiza a sus ciudadanos un suministro eléctrico constante y fiable.

Las soluciones de almacenamiento de energía son otro aspecto crucial de la revolución energética tailandesa. Para hacer frente a la intermitencia de las fuentes de energía renovables, se están desplegando sistemas de almacenamiento de energía a gran escala. 

Se están utilizando tecnologías de baterías, como las de iones de litio y las innovaciones emergentes, para almacenar el exceso de energía durante los periodos de alta generación y descargarla cuando se producen picos de demanda.}

Estas soluciones de almacenamiento de energía no sólo reducen el despilfarro, sino que también mejoran la resistencia de la red ante fluctuaciones repentinas.

Los sistemas avanzados de monitorización están proporcionando información muy valiosa sobre los patrones de consumo de energía y el rendimiento de la red. Con la ayuda de sensores, análisis de datos e inteligencia artificial, los proveedores de energía pueden detectar ineficiencias, predecir las necesidades de mantenimiento y mejorar la gestión general de la red. 

Estos sistemas son vitales para garantizar un suministro energético estable y seguro a la creciente población tailandesa.

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Colaboración internacional

Tailandia apuesta cada vez más por las colaboraciones internacionales para promover las energías limpias. El país ha suscrito acuerdos de cooperación con naciones vecinas para desarrollar proyectos energéticos transfronterizos e interconectividad regional. Estas colaboraciones pretenden crear una red energética más resistente e interconectada en beneficio mutuo.

Una de ellas es el Proyecto de Integración Energética Laos-Tailandia-Malasia-Singapur (LTMS-PIP). Esta ambiciosa empresa pretende crear una red eléctrica transnacional que conecte las redes eléctricas de esos países. 

Se trata de una iniciativa histórica que promete proporcionar una fuente sostenible de electricidad, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la seguridad energética regional. Con el potencial de transferir electricidad a través de grandes distancias, también podría conducir a una utilización más eficaz de los recursos renovables.

Tailandia participa también en el Programa de la Subregión del Gran Mekong (GMS), centrado en el desarrollo de infraestructuras energéticas sostenibles y la conectividad entre los países de la GMS. Estos esfuerzos de colaboración reflejan el compromiso de Tailandia con la estabilidad energética regional y la reducción de las emisiones de carbono.

Impacto económico

La transformación energética de Tailandia no sólo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía. El auge de los proyectos de energías renovables ha creado numerosas oportunidades de empleo en fabricación, instalación y mantenimiento, contribuyendo al crecimiento económico general. Además, está atrayendo importantes inversiones extranjeras en el sector energético, lo que se traduce en un aumento del PIB y una diversificación económica.

El sector de las energías renovables se ha convertido en un importante motor de creación de empleo en Tailandia. La construcción, explotación y mantenimiento de parques solares y eólicos ha proporcionado oportunidades de empleo a un amplio espectro de trabajadores, desde ingenieros y técnicos hasta obreros de la construcción. A medida que Tailandia aumente su capacidad en energías renovables, se espera que siga creciendo la demanda de trabajadores cualificados en estos sectores.

La inversión extranjera directa (IED) es otro notable beneficio económico derivado del sector energético tailandés. El compromiso del país con las energías limpias ha atraído a inversores extranjeros, que ven en Tailandia un mercado prometedor para proyectos de energías renovables. Estas inversiones no sólo aportan capital, sino también experiencia, tecnología y mejores prácticas mundiales, que pueden hacer avanzar aún más la transformación energética de Tailandia.

A medida que crece el sector energético, se produce un efecto dominó en la economía, impulsando diversas industrias relacionadas. 

La fabricación de paneles solares, turbinas eólicas y otros equipos de energías renovables se ha expandido, creando puestos de trabajo e impulsando la actividad económica. Además, las empresas que dependen de suministros de energía asequibles y estables se benefician de la atención que Tailandia presta a la sostenibilidad energética.

Retos y perspectivas de futuro

A pesar de los avances notables, el sector energético tailandés sigue afrontando retos, como la necesidad de soluciones de almacenamiento de energía a gran escala, ajustes normativos y abordar los problemas de intermitencia relacionados con las fuentes de energía renovables. Garantizar una transición fluida e integrar las nuevas tecnologías en la infraestructura existente será vital para alcanzar el objetivo de energías renovables fijado para 2037.

Uno de los retos importantes es la necesidad de soluciones de almacenamiento de energía a gran escala. Aunque las tecnologías de almacenamiento de energía, como las baterías, han avanzado considerablemente, aún hay margen de mejora, sobre todo en términos de escalabilidad y rentabilidad. Tailandia, como muchos países en transición hacia las energías renovables, necesita sistemas de almacenamiento de energía eficaces y eficientes para equilibrar la oferta y la demanda.

Los ajustes normativos son otro obstáculo en el camino hacia un futuro energético más limpio. A medida que Tailandia pasa de las fuentes de energía convencionales a las renovables, la normativa y las políticas deben adaptarse para apoyar esta transición. El Gobierno trabaja activamente en la racionalización de la normativa para crear un entorno más favorable a los proyectos e inversores en energías renovables.

Los problemas de intermitencia son una preocupación común con las fuentes de energía renovables, ya que dependen de las condiciones meteorológicas y pueden no generar energía de forma constante. 

Tailandia está invirtiendo en investigación y desarrollo para mejorar las previsiones energéticas, la gestión de la red y los mecanismos de respuesta a la demanda, con el fin de afrontar eficazmente estos retos. Además, la diversificación de la combinación de energías renovables, incluidas las inversiones en energía geotérmica y biomasa, puede proporcionar un suministro eléctrico más constante.

El sector energético tailandés avanza a pasos agigantados hacia un futuro más limpio y sostenible. A medida que Tailandia sigue evolucionando, se posiciona por buen camino para alcanzar sus ambiciosos objetivos en materia de energías renovables y consolidar su lugar como líder en el panorama energético mundial.

 

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Nicolás Caputo titular del Grupo Caputo, es uno de los empresarios más influyentes de Argentina, con experiencia en múltiples sectores como construcción, producción de equipos de aire acondicionado, tecnología y energía. Ocupó la función de cónsul de Singapur en Argentina, designado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático y fue cónsul argentino ante Singapur.

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