Las Fuerzas de Autodefensa Marítima del Japón han regresado a Buenos Aires. La flota ha visitado la ciudad en 11 oportunidades, siendo la última en 2015. Sin embargo, ahora llegaron cruzando por primera vez el Estrecho de Magallanes -desde el Pacífico y en temporada invernal- siendo uno de los puntos de mayor dificultad de navegación de este viaje y una experiencia sumamente enriquecedora para todo el escuadrón.
Los viajes de instrucción de ultramar de la Fuerza de Autodefensa Marítima del Japón están diseñados para que los oficiales (que se han graduado del Curso de Candidatos a Oficiales Generales en la Escuela de Candidatos a Oficiales de la Fuerza de Autodefensa Marítima del Japón) adquieran los conocimientos básicos y las habilidades necesarias para el servicio en el escuadrón.
La experiencia de larga duración sobre el mar y sus entrenamientos les permitirán dominar los conceptos básicos de comando y liderazgo y cultivar un sentido internacional a través del entrenamiento conjunto con otros países. El objetivo es desarrollar cuadros subalternos flexibles y promover relaciones amistosas con los países visitantes.

Desde 1957, han realizado un viaje de instrucción de ultramar todos los años, suspendidos únicamente durante los años de la pandemia y reanudándose este año.
Durante esta travesía de 149 días y a lo largo de aproximadamente 52.400 kilómetros, visitaron Estados Unidos (Dutch Harbor), Canadá (Victoria), México (Manzanillo), Perú (Callao), Chile (Valparaíso) y Argentina (Buenos Aires), continuando su viaje por Brasil (Rio de Janeiro y Recife), Colombia (Cartagena), para finalizar nuevamente en Estados Unidos (San Diego y Pearl Harbor).
El escuadrón está dirigido por el Contralmirante Yasushige Konno, Comandante de la Flotilla de Entrenamiento de Larga Distancia que cuenta con una tripulación de 560 personas, incluidos unos 160 guardiamarinas que han completado el 73º curso general para candidatos a oficiales.
El buque “Hatakaze” está dirigido por el Capitán de Fragata, Hiroyuki Ikezaki. Su nombre significa literalmente “bandera de viento” y fue originalmente un destructor que comenzó funciones en 1986, pero que en 2020 fue reclasificado como buque de instrucción.
Al frente del buque “Kashima” se encuentra la Capitán de Navío, Miho Otani. Un dato no menor: se trata de la primera mujer japonesa al mando de un barco de entrenamiento. Kashima comenzó sus operaciones en 1995 y debe su nombre a la ciudad portuaria de Kashima, localizada en la prefectura de Ibaraki.

Los intercambios marítimos entre Japón y Argentina se remontan a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Habiéndose establecido relaciones diplomáticas en 1898 a través del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación (del cual se celebra este año el 125° aniversario), la Fragata Sarmiento -hoy buque-museo en Puerto Madero- llegaría el 11 de agosto del año siguiente al puerto de Yokohama en su primer viaje de instrucción.
Posteriormente, visitaría también Kobe, Kure, Yedashima, Miyashima y Nagasaki. Al regresar a la Argentina luego de este primer viaje, la fragata contaba con un tripulante más: Yoshio Shinya, uno de los primeros inmigrantes japoneses que conformarían de a poco la comunidad local.
Licenciada en Estudios Orientales (Universidad del Salvador). Especialista en Relaciones Públicas. Cuenta con una diplomatura superior en Educación, Imágenes y Medios (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). Tiene una Maestría en Industrias Culturales, Política y Gestión (Universidad Nacional de Quilmes). Es profesora de la clase sobre Japón en la materia Procesos Interculturales, de la Maestría de Diversidad Cultural (Universidad Nacional de Tres de Febrero). Imparte cursos de capacitación sobre historia, cultura y protocolo de China, Corea y Japón (Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco).