La llegada de los primeros inmigrantes chinos a México fue en 1882, cuando se prohibió en EE.UU. la entradas de asiáticos como mano de obra, desplazándolos forzosamente hacia el norte de México.
Fruto de estas llegadas de mano de obra, considerada barata para la industria algodonera, de capital estadounidense cuyas tierras estaban en México, se comenzaron a establecer los primeros asentamientos chinos en México, asentamientos que se conservan hoy día y que han contribuido a la economía de los municipios.

La población china radicada en el norte de México, en Mexicali 墨西卡利 concretamente, primero sirvió de mano de obra en los proyectos de Porfirio Díaz para modernizar el país, en la industria del ferrocarril. Una segunda etapa laboral fueron los trabajos como temporeros en los campos de algodón y en las construcciones de irrigación, y finalmente pudieron dejar de laborar en esta actividad y se dedicaron a regentar negocios, dotando a los ciudadanos de esta ciudad norteña de servicios que antes no existían, como lavanderías o tiendas de abarrotes.
La Chinesca, como se conoce al Barrio donde se concentró la población china de Mexicali, con el tiempo se fue convirtiendo en una ciudad que prestaba servicios de casinos, bares, tiendas... y en el que se dice que existían túneles que comunicaban la ciudad mexicana con Caléxico, en EE.UU., ruta utilizada para el contrabando de alcohol.
Los ciudadanos mexicalienses aceptaron a esta población china, y durante muchos años la convivencia fue pacífica. Pero fue con la llegada de los años 20 que se comenzó a tejer en México un sentimiento antichino que en aras de la Revolución Mexicana provocó que muchos de estos chinos tuvieron que emigrar de Mexicali, hostigados por los nuevos habitantes de la zona. La Masacre de Torreón fue uno de los episodios más trágicos en las relaciones México/ China, que marcó un antes y un después en la diáspora china. Esta masacre culminó con la expulsión de chinos de Sonora en el año 1931.
Curiosamente la expulsión de chinos de tierras norteñas mexicanas coincidió con la expulsión de trabajadores de las zonas sureñas de EEUU (1929/30). A partir de este momento, la población china fue perseguida hasta el punto de que se les obligó a abandonar Mexicali, dejando todas sus pertenencias, casas, tiendas y enseres personales. Muchos de ellos fueron embarcados de regreso a China, o eso dijeron cuando se los llevaban en los barcos, pero otros muchos se trasladaron a diferentes partes de la República mexicana, en busca de un mejor futuro.

Pero aquellos que no fueron deportados a China se aventuraron a cruzar la frontera estadounidense, y se convirtieron, sin quererlo, en los primeros indocumentados. Estos primeros inmigrantes abrieron la puerta a la inmigración de México hacia EE.UU., trabajaron de guías (coyotes) para sus compatriotas y sentaron un fenómeno migratorio que continúa en la actualidad en la frontera más transitada del mundo.
Un tercer grupo de chinos que tuvieron que abandonar Mexicali se quedó en México y fundó el Barrio chino de la ciudad de Mexico, considerado como el barrio chino mas pequeño del mundo.
En los años 30 y 40, la población china no solo se quedaba en el norte del país mexicano, sino que comenzaron a llegar a la Ciudad de México, y en la Calle Dolores empezaron a establecerse, alrededor del Restaurante Shanghai.
A pesar de que durante algún tiempo, el barrio chino de la Ciudad de México gozó de mala reputación, en la actualidad es uno de los atractivos de la megalópolis, sobretodo durante las fiestas populares chinas, como la del Año Nuevo.
Este barrio, el más pequeño en el mundo, está reguardando en la Calle de Dolores, por dos perros Fu, protectores en la cultura china, además de estar interrumpido por tres arcos: el Arco de la Amistad, traído desde China, el Arco Paifang, que imita la Ciudad Prohibida de Beijing, y el Arco llamado Puerta Luna, este último inaugurado en el año 2018.
Al visitar este barrio los visitantes se adentrarán por un momento en la riqueza de la cultura china, en lo maravilloso de los olores y sabores de su comida, y en la fascinación por los colores y las fiestas. Sin duda, un lugar obligado en la Ciudad de México que no podemos dejar de visitar, de saborear y de disfrutar.
Nota: El artículo fue publicado originalmente en el la revista Cultural Sobre China, Bambú, Dragones y Tinta, y la reproducción del mismo se realiza con autorización directa de la autora. Link al artículo original: https://www.bambudragonesytinta.com/la-presencia-de-chinos-en-me769xico.html
Doctora por la Universidad de Granada, con especialidad en estudios sobre China (pintura, pensamiento y cultura -2007). Es Directora de la Revista Cultural sobre China, “Bambú, Dragones y Tinta” y fue becaria de ICO y AECID en La Universidad de Beijing, China (2003/2005), para Investigación sobre su tesis doctoral acerca de la pintura china y la Paz”. Tiene un doctorado en "Paz, Conflictos y Democracia" por el "Instituto de La Paz y los Conflictos” de la Universidad de Granada, España (2001/2003), y es además licenciada en Historia del Arte por la misma Universidad de Granada, España (2001). integrante del GIDEA (Grupo de Investigación de Estudios Asiáticos) y miembro de la cátedra China desde 2021. Se desempeña como profesional independiente impartiendo formación sobre cultura y protocolo chino, actualmente para la empresa Weilai. Se define como una apasionada de China.