Las autoridades de la provincia oriental china de Zhejiang confiscaron alimentos procedentes de Japón que vendía una empresa local, según informó Kyodo News, después de que Pekín endureciera los controles sobre las importaciones de alimentos japoneses en respuesta al plan de Tokio de empezar a verter al océano agua radiactiva tratada.
Las autoridades del condado de Jiashan, situado en la provincia, se llevaron dulces y chocolates, así como bebidas producidas en Fukushima y otras dos prefecturas, y ordenaron a la empresa que mejorara sus prácticas comerciales.
Los alimentos y bebidas confiscados se producían en Fukushima, Saitama y Nagano.
En respuesta a una pregunta sobre la incautación notificada, el Secretario Jefe del Gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, declaró que la seguridad de los alimentos producidos en Japón ha quedado científicamente demostrada.
«El gobierno seguirá instando a la parte china a que elimine las restricciones a las importaciones de alimentos procedentes de Japón lo antes posible», declaró Matsuno, máximo portavoz del gobierno, en una conferencia de prensa en Tokio.
China ha prohibido las importaciones de alimentos de 10 prefecturas japonesas, incluidas esas tres, desde que un terremoto y el posterior tsunami provocaron en 2011 un grave accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi.
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Las medidas enérgicas de las autoridades locales se produjeron después de que Pekín iniciara el mes pasado pruebas generales de radiación en las importaciones de marisco procedentes de Japón.
Las importaciones de arroz de Japón, así como de otros alimentos y bebidas, han sufrido retrasos en las aduanas chinas, según informaron a finales del mes pasado fuentes conocedoras de la relación bilateral, tras la introducción de las pruebas.
Japón está considerando comenzar a verter al mar el agua tratada de la planta en algún momento entre finales de agosto y principios de septiembre. China ha expresado su firme oposición al vertido previsto.
