Singapur es un pequeño país asiático que ha logrado uno de los crecimientos económicos más impresionantes de las últimas décadas, lo que ha llevado a que sea considerado como modelo de desarrollo a seguir.
Desde su independencia en 1965, Singapur ha pasado de ser un país pobre y subdesarrollado a convertirse en uno de los países más ricos y prósperos del mundo, con uno de los PBI más grandes de Asia.
Las políticas económicas que Singapur ha implementado para lograr este éxito, han servido de ejemplo para otros países que quieran seguir la misma senda de Singapur.
De una isla colonial al centro financiero mundial
Desde que consiguió su independencia del Reino Unido, en 1965, Singapur ha experimentado un crecimiento impresionante, con un aumento del PIB per cápita de más del 500%. Este crecimiento económico fue impulsado por una serie de políticas económicas que impulsaron el desarrollo de la industria, el comercio y las finanzas.
El ideólogo de este plan económico fue Lee Kuan Yew, que gobernó la isla desde su independencia por más de 31 años.
Después de su renuncia como primer ministro en 1990, Yew siguió siendo un miembro influyente del gobierno de Singapur como un miembro del parlamento y del Gabinete hasta su fallecimiento en 2015.
Yew también fue el fundador del Partido de Acción Popular (PAP), que, desde su victoria en las elecciones generales de 1959, ha dominado completamente la vida política de la nación insular, imponiéndose en catorce de las quince elecciones realizadas bajo sufragio universal.
Durante su larga carrera política, Lee Kuan Yew fue responsable de la transformación de Singapur de una ciudad portuaria poco desarrollada en los años 60 a un centro financiero y tecnológico líder en la actualidad.
Yew consideró que lo que Singapur necesitaba para crecer era un modelo principalmente capitalista pero con férreo control estatal. Ya con un plan en marcha, la transformación de Singapur comenzó.
Las políticas del crecimiento
Una de las políticas económicas más importantes de Singapur ha sido la promoción de la inversión extranjera directa (IED). El pequeño país asiático ha buscado activamente atraer IED, y ha establecido un entorno favorable para las empresas extranjeras que deseen invertir en el país.
Esto ha incluido la eliminación de barreras comerciales, la reducción de impuestos y la simplificación de los procedimientos de registro de empresas. Como resultado, Singapur se convirtió en un centro financiero mundial que ha atraído a muchas empresas extranjeras, especialmente en las áreas de tecnología, manufactura y servicios financieros.
Se conceden numerosos incentivos fiscales y no fiscales para ayudar a las empresas establecidas en el país. Por lo general, los incentivos tienen por objeto alentar a las empresas a que amplíen la producción y la inversión, adopten nuevas tecnologías e inviertan en I+D y formación, o apoyar a las pymes y las empresas emergentes (start-ups).
Algunos incentivos están dirigidos a sectores o actividades específicas, como los servicios financieros, el turismo, el sector naviero y marítimo, y las actividades en las sedes.

También, Singapur está desde hace mucho tiempo a la vanguardia de las iniciativas de facilitación del comercio. Fue uno de los primeros Miembros de la OMC en ratificar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, y ha aplicado todas sus disposiciones desde la entrada en vigor del Acuerdo en 2017. Singapur sigue teniendo en funcionamiento el Sistema Integrado de Facilitación del Comercio basado en el Riesgo (TradeFIRST), en función del cual el Departamento de Aduanas aplica a las empresas medidas de facilitación del comercio según su clasificación en cinco categorías (de básica a premium).
Otra política importante ha sido la inversión en infraestructura. El gobierno singapurense ha invertido fuertemente en la construcción de puertos, aeropuertos, carreteras y redes de transporte público. Esto ha ayudado a fomentar el comercio y la inversión, así como a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Singapur.

En la actualidad es un centro regional y mundial de transporte marítimo. Tiene una de las concentraciones más altas de grupos de transporte marítimo internacional y ofrece una amplia gama de servicios de esa clase, como por ejemplo, corretaje marítimo, gestión de buques, servicios de seguros y servicios jurídicos.
Uno de los golpes más duros que recibió Singapur en la pandemia del COVID-19 fue sobre su gran red aérea. El sector se vio perjudicado con una disminución de pasajeros de un 82,8%. Para asegurar la supervivencia de las cuatro compañías aéreas nacionales (incluida una de propiedad extranjera), el Gobierno aportó SGD 1.400 millones en apoyo del sector. El proceso de construcción de una nueva terminal aérea se retrasó dos años.
Otra política importante ha sido la promoción del comercio internacional. Singapur ha establecido acuerdos comerciales con muchos países del mundo, lo que ha permitido a las empresas de Singapur exportar sus productos y servicios a mercados extranjeros. Además, Singapur ha fomentado la diversificación de su economía, lo que ha ayudado a reducir su dependencia de cualquier sector específico.
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Otro elemento fundamental en la transformación de Singapur fue la educación y la formación de su fuerza laboral, lo que ha ayudado a fomentar la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Además, Singapur ha establecido políticas de inmigración que han atraído a trabajadores altamente calificados de todo el mundo, lo que ha contribuido al desarrollo económico del país.
Singapur también ha establecido una reputación de ser un lugar seguro y confiable para hacer negocios. El país tiene un sistema judicial independiente y un bajo índice de corrupción, lo que ha ayudado a atraer a empresas extranjeras a invertir en el país.
Además, Singapur ha logrado desarrollar una sociedad multicultural y diversa, que ha permitido la integración de personas de diferentes orígenes y culturas. Esto ha creado un ambiente de apertura y tolerancia que ha ayudado a atraer a empresas y trabajadores extranjeros a Singapur.
Criticas y retos a enfrentar
Es importante señalar que el modelo económico de Singapur ha sido objeto de críticas y controversias. Se ha argumentado que el éxito económico de Singapur se ha logrado a expensas de los derechos humanos y las libertades civiles.
Además, también se ha señalado que el modelo económico de Singapur ha llevado a una creciente desigualdad económica y a la concentración de riqueza en manos de unos pocos.
Entre los retos a que se enfrenta la economía de Singapur en un futuro, incluyen el rápido envejecimiento de la población, los desajustes de la oferta y la demanda de competencias en el mercado de trabajo y la adaptación a los cambios tecnológicos.
Para hacer frente a estos retos, Singapur ha acometido un programa de transformación económica basado en las recomendaciones publicadas en 2017 por el Comité de Economía del Futuro de la OMC.
El objetivo es desarrollar una economía generadora de valor abierta y conectada al mundo, mediante la creación de competencias y capacidades y el apoyo a la innovación y la digitalización. Entre las estrategias adoptadas para alcanzar ese objetivo figura la aplicación de 23 Mapas de Transformación Sectoriales, que representan alrededor del 80% del PIB de Singapur
La conectividad global de Singapur
Desde hace años Singapur entendió que para crecer necesitaba abrirse al mundo, y en este sentido, ha sido un pilar para la política exterior singapurense el compromiso con el libre comercio.
Singapur fue uno de los miembros fundadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y un defensor acérrimo del multilateralismo. Ha participado activamente en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la que ha sido un líder en la promoción de la liberalización del comercio mundial.
Con la idea de conectividad regional y mundial como bandera, Singapur ha podido impulsar numerosos acuerdos económicos, no solo bilaterales, sino que también ha sido el principal impulsor de ASEAN en la celebración de tratados con otros países y regiones, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP).
Estos acuerdos han sido clave para la prosperidad económica de Singapur y de la región en particular. Al reducir las barreras comerciales y facilitar el comercio y la inversión entre los países miembros, Singapur ha podido expandir sus exportaciones y atraer inversión extranjera directa.
Durante los últimos años ha ampliado el alcance de sus Acuerdos de Libre Comercio de modo que abarquen cuestiones como el comercio electrónico, los derechos de propiedad intelectual (DPI), la competencia, la contratación pública y la solución de diferencias. Participa en una red de 27 Acuerdos, 7 de los cuales son celebrados en el marco de la ASEAN.
Singapur sigue siendo una economía muy abierta, dado que el comercio bidireccional de bienes y servicios del país representa el 320% del PIB. Gran parte de los intercambios constituyen comercio de tránsito, lo que pone de manifiesto la posición del país como centro de comercio: en 2020 el 55% de las exportaciones totales de mercancías fueron reexportaciones.
Las corrientes comerciales de Singapur indican que la región de Asia y Oceanía constituye su principal mercado y proveedor, aunque los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países de fuera de la región siguen siendo importantes interlocutores comerciales.
En las exportaciones de Singapur predominan los productos manufacturados, que representan el 74% de las exportaciones totales de mercancías, y los principales productos de exportación son las máquinas y el material eléctrico. Las importaciones también se concentran en los productos manufacturados, seguidos de los productos del petróleo y los minerales. Las principales exportaciones de servicios incluyen los servicios prestados a las empresas y los servicios de transporte y financieros.
La vinculación con América Latina
El gran crecimiento de Singapur no ha pasado desapercibido para América Latina. La región lo ve como un socio estratégico en el Sudeste Asiático, siendo una alternativa al tradicional mercado chino.
A pesar de la distancia la relación económica entre Singapur y América Latina ha crecido significativamente en las últimas décadas, especialmente en términos de comercio y cooperación en áreas como la tecnología y la energía, convirtiéndose en una parte esencial de la economía latinoamericana y singapurense.
Singapur ya ingresó como primer Estado asociado a la Alianza del Pacífico (AP) y firmó un acuerdo comercial para impulsar el intercambio de bienes, servicios e inversiones con Colombia, Chile, México y Perú, los cuatro países miembros del grupo que buscan acercarse a las potencias de Asia.
Mientras tanto, también está en la negociación de un ALC con el Mercosur, alianza regional integrada por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Singapur tiene ciertas características y facilidades que la convierten en el lugar ideal para centralizar los negocios asiáticos de compañías latinoamericanas. En principio, las inversiones y presencias de grandes compañías financieras, aseguradoras, logísticas y demás, generan la posibilidad de operar para toda la región desde allí.
América Latina puede ayudar a la ASEAN a construir su seguridad alimentaria
La región latinoamericana también es vista por Singapur como una forma de darle solución a sus necesidades alimenticias. Siendo una isla de pequeña superficie y con una alta densidad poblacional, no tiene lugar para la agricultura. De hecho, Singapur importa más del 90% de los alimentos que consume, por lo que el mercado latinoamericano de productos agrícolas se ha vuelto en un objetivo a centrarse en el futuro cercano.
Además, Singapur ha desarrollado una presencia importante en el sector de la tecnología en América Latina. Empresas tecnológicas singapurenses han invertido y colaborado en proyectos de investigación y desarrollo en áreas como la inteligencia artificial y la robótica.
Evidentemente Singapur es un modelo de desarrollo económico exitoso que ha logrado un impresionante crecimiento y de alta calidad. Esto se debe en gran parte a una serie de políticas económicas que han fomentado el desarrollo de la industria, el comercio y las finanzas. Es importante considerar tanto los éxitos como los desafíos del modelo de Singapur como un ejemplo de desarrollo.
Aunque puede haber aspectos del modelo que no sean aplicables a todos los países, hay lecciones importantes que se pueden aprender de la experiencia de Singapur. En particular, la inversión, la amplitud económica, la importancia de la multilateralidad y conectividad mundial y la reputación de ser un lugar seguro y confiable para hacer negocios, que se constituyen en factores clave que pueden fomentar el crecimiento económico y la prosperidad en cualquier país.
Nicolás Caputo titular del Grupo Caputo, es uno de los empresarios más influyentes de Argentina, con experiencia en múltiples sectores como construcción, producción de equipos de aire acondicionado, tecnología y energía. Ocupó la función de cónsul de Singapur en Argentina, designado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático y fue cónsul argentino ante Singapur.