Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay por el Partido Colorado, visitó Taiwán en un acto de importante apoyo hacia las relaciones entre ambos países, en un momento en el que está en disputa la relación tras declaraciones de las fuerzas opositoras en Asunción.
El candidato por la Concertación y presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, anunció públicamente sus intenciones de reconsiderar las relaciones con Taiwán y analizar las posibilidades que brinda la República Popular China en caso de ser electo.
Al contrario, Santiago Peña, presidenciable por el oficialismo, aboga por mantenerse firme al lado de Taiwán. “Veo el triángulo geopolítico de Washington, Jerusalén y Taipéi como algo muy importante para el Paraguay”, había señalado el candidato del Partido Colorado.
Estrategia de candidatos, elecciones y Taiwán 2023
Las elecciones de abril de 2023 ponen nuevamente sobre la mesa de discusión el relacionamiento con Taiwán. Durante los gobiernos del Partido Colorado el debate tendió a mantenerse cerrado y el reconocimiento a Taiwán no se pone en duda. No obstante, las elecciones permiten el surgimiento de nuevos candidatos con proyectos que difieren de esta lógica y que dan cuenta de que existen otras opciones sobre la mesa.
De forma cada vez más frecuente suelen haber tímidas insinuaciones sobre la posibilidad de establecer relaciones comerciales con China continental, aunque sin que ello afecte el reconocimiento a Taiwán, como fue planteado al inicio del mandato de Mario Abdo Benítez. Lograr promover relaciones comerciales con China, manteniendo las relaciones políticas con Taiwán sería el ideal buscado por Paraguay para obtener lo mejor de ambos mundos.
Por un lado, no quedaría fuera de las ganancias del comercio exportador de materias primas que tanto desean los productores agroganaderos, el cual se ve truncado por la falta de acuerdos sanitarios entre ambos países. Por el otro, continuaría contando con la cooperación taiwanesa y los beneficios de status internacional (Long y Urdinez, 2021), que otorga el diferenciarse de gran parte de la comunidad de Estados.
El Presidente de Paraguay arribó a Taiwán en su última visita oficial
Sin embargo, esta salida ideal del conflicto de intereses que tiene Paraguay actualmente es un escenario muy difícil de lograr, principalmente en lo que concierne a los objetivos comerciales con China. La potencia no presenta una necesidad específica de formalizar las relaciones comerciales con Paraguay, con quien tiene una balanza comercial positiva y de quien recibe un influjo constante de productos a partir de la triangulación comercial.
Para el gobierno chino, la urgencia de los sectores productivos paraguayos de ingresar a su mercado es una carta a su favor con la que pueden negociar el cambio de reconocimiento sin grandes esfuerzos. De esta forma, la apuesta china de esperar a que las presiones internas lo beneficien puede funcionar en el corto plazo si el escenario electivo de abril resulta favorable.
Desde ciertos sectores económicos el visto bueno a la RPC se encuentra firme. En noviembre de 2022, el titular de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, sostenía en una entrevista con el medio paraguayo ABC Cardinal que China es el mayor comprador de carne y que el gremio sacrificaba costosamente un gran mercado por la disputa geopolítica en la que se encontraba inmerso el país. Asimismo, la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC) y los frigoríficos han mantenido una postura similar en numerosas ocasiones solicitando al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) la posibilidad de entablar negociaciones con ese país.
Por su parte, pocos meses atrás, en diciembre de 2022, los partidos políticos paraguayos definían a los candidatos que los representarán en los próximos comicios. Las campañas disputadas en esas internas permitieron entrever un primer acercamiento a sus posicionamientos con respecto a las relaciones entre Paraguay y Taiwán.
Esta situación se evidenció principalmente dentro del Partido Colorado, cuando el precandidato por el sector oficialista, Arnoldo Wiens, acusó a su contrincante de Honor Colorado, Santiago Peña, de mostrar una postura débil frente a la alianza con Taiwán, al manifestar en un primer momento la posibilidad de entablar vínculos con la República Popular China con el fin de obtener beneficios comerciales, para luego retractarse a favor de sostener sin cambios la posición histórica de Paraguay con respecto a Taiwán. A partir de ese momento y hasta ahora, Santiago Peña, quien finalmente fue el ganador de las internas de su partido, mantiene firme su pronunciamiento a favor de priorizar las relaciones con la isla en el marco de la política exterior de su gestión.
Por su parte, desde el lado opositor, Efraín Alegre, líder del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y candidato a presidente por la Concertación ha manifestado una postura crítica, más coincidente con los sectores agroexportadores, en cuanto a la necesidad de evaluar las posibilidades comerciales que ofrece el relacionamiento con China. El candidato de la oposición ha afirmado que el gobierno taiwanés no estaría ‘haciendo lo suficiente’ para justificar el apoyo de Paraguay.
Si bien, en sus últimas declaraciones no ha manifestado abiertamente intenciones de modificar los lineamientos históricos de Paraguay hacia Taiwán, su postura se encuentra atada a los resultados de las futuras negociaciones entre ambos países y los cambios que pueda realizar Taiwán para mejorar los beneficios que recibe Paraguay de su relacionamiento.
Antecedentes de las relaciones entre Paraguay y Taiwán
Paraguay mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán de forma ininterrumpida desde 1957, siendo en la actualidad el único país de América del Sur que mantiene esta clase de reciprocidad con Taipéi. La lista de países que sostienen este vínculo es cada vez más reducida: catorce Estados aliados de los cuales ocho se encuentran en América Latina.
En los inicios, la afinidad ideológica entre el régimen comandado por el Gral. Alfredo Stroessner y el líder taiwanés, el Gral. Chiang Kaicomanshek, favoreció a la firma del Acuerdo para el Establecimiento de las Relaciones Diplomáticas, abriendo nuevas vías de cooperación entre ambos Estados.
Con el correr de los distintos gobiernos, los países buscaron consolidar el relacionamiento por medio de la cooperación económica, el intercambio cultural y el fomento en materia de ciencia y tecnología, priorizando a su vez un enfoque hacia el comercio y las inversiones. A su vez, el intercambio de visitas diplomáticas se mantuvo constante y el apoyo de Paraguay a Taiwán pasó a visibilizarse a nivel internacional mediante la defensa del ingreso de Taiwán a las Naciones Unidas y a sus organismos.
Condecoran al Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay en Taiwán
A comienzos del siglo XXI, el avance de la presencia y la influencia de la República Popular China en el continente americano se manifestó también con un aumento de las presiones de esta potencia hacia Paraguay, tanto a nivel interno, por parte de los sectores económicos, como en el plano externo, desde el relacionamiento de China con sus vecinos. Para Paraguay, el hecho de ser el único Estado miembro del Mercosur que reconoce diplomáticamente a Taiwán y no a la República Popular China ha significado un desafío y a la vez, un obstáculo a la hora de plantear nuevas formas de vinculación comercial entre el bloque y China.
La relación entre Paraguay y Taiwán durante la presidencia de Abdo Benítez
A pesar de que al inicio del mandato Abdo Benítez hubiese planteado la posibilidad de promover una política de mayor acercamiento hacia la República Popular China en búsqueda de una relación comercial más favorable, un mayor influjo de capitales y más facilidades para la circulación de personas entre ambos países, las relaciones entre Taiwán y Paraguay durante este gobierno se desarrollaron sin grandes cambios durante gran parte del periodo.
No obstante, en el último año su gobierno presentó ciertas muestras de disconformidad con la relación que obligaron a Taiwán a prestar mayor atención a su único aliado sudamericano. Por un lado, las dificultades que enfrentó el sector ganadero paraguayo al tener que lidiar con las sanciones por parte de la la comunidad internacional a su segundo mercado de exportación de carne, Rusia, obligó a Taiwán a aumentar la importación de este producto para mitigar los descontentos por parte de los sectores ganaderos paraguayos.
Por el otro, en septiembre de 2022, el presidente Abdo Benítez dejó entrever en una entrevista con el medio británico ‘Financial Times’ que habría un descontento debido a las insuficientes inversiones directas que realiza Taiwán en Paraguay y por su preferencia por otros destinos de negocios con los que no posee relaciones diplomáticas. Así, el mandatario paraguayo afirmaba que sería más adecuado para el país un influjo cercano a los USD 1000 millones de inversión, casi diez veces superior al que recibe actualmente, evidenciando la insatisfacción en el frente económico y comercial por parte del gobierno paraguayo.
El problema de la inversión taiwanesa en Paraguay ha marcado la agenda en los últimos años. Por eso, no es extraño ver que Luis Alberto Castiglioni, Ministro de Industria y Comercio del Paraguay, haya sido uno de los funcionarios más activos en el fortalecimiento de la relación.
En repetidas oportunidades Castiglioni participó de encuentros bilaterales enfocados en la cooperación económica, lo que lo llevó a mantener reuniones en Taipéi con la presidente Tsai Ing-wen, ministro de Relaciones Exteriores, Joseph Wu y con Wang Mei-hua, Ministra de Asuntos Económicos, quien elogió al Paraguay por ser “un aliado inquebrantable de Taiwán”.
A su vez, grupos de empresarios, principalmente en sectores como transporte, energía y telecomunicaciones, intercambiaron visitas comerciales. No es menor, en esa línea, la conformación de la Delegación de Cooperación Industria que reúne a representantes del Gobierno de Taiwán y empresarios.
El apoyo de Taiwán en América Latina
La cuestión de Taiwán ha estado en el centro de los intereses de Beijing para su estrategia en América Latina, quien, a fuerza de inversiones y promesas, ha logrado reducir el apoyo de la isla en la región.
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En 2007, cuando China empezó a acercarse a América Latina, tuvo su primera victoria al lograr cerrar un acuerdo con Costa Rica y virar su política exterior hacia el continente. En aquel momento, James Huang, Ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, había dicho que “Costa Rica era un caso aislado”.
Si bien hubo que esperar una década, Huang no podía estar más equivocado. Tan sólo en cinco años, Taiwán perdió cuatro aliados en Centroamérica: Panamá (2017), El Salvador (2018), República Dominicana (2018) y Nicaragua (2021). En todos los casos, la ruptura de relaciones con Taiwán vino de la mano de grandes anuncios de inversiones y préstamos de bancos chinos para esos pequeños países, algo que Beijing ha podido afrontar con facilidad, teniendo en cuenta las gigantescas asimetrías y acuciantes necesidades financieras en la región.
De los países centroamericanos latinos, solamente dos son los que aún mantienen el relacionamiento con Taiwán. Honduras es uno, aunque no se podría afirmar por cuánto tiempo más. Ya ha coqueteado con romper e irse con China, de hecho el ministro de Asuntos Exteriores hondureño, Eduardo Enrique Reina, y el viceministro de Exteriores chino Xie Feng tuvieron una reunión a principios de enero, algo que enojó a los taiwaneses.
El otro caso es el de Guatemala, que pareciera el único firme en mantenerse cerca de Taipéi. Así lo manifestó su Canciller, Mario Búcaro, tras su visita a Taiwán en agosto de 2022: “este viaje sirve como el ejemplo más fuerte del compromiso de la República de Guatemala de continuar nuestro apoyo a Taiwán a pesar de cualquier desafío o amenaza”.
El resto de los países del continente americano son islas como Haití, San Vicente y Granadinas, San Kitts y Nevis y Santa Lucía, además del angloparlante Belice.
Relación triangular Paraguay-Taiwán-Estados Unidos
En vísperas de las elecciones de abril y en un escenario marcado por un mayor involucramiento de Estados Unidos en la política interna de Paraguay, la potencia hemisférica no puede ser ignorada como actor influyente en las decisiones de Paraguay referidas a Taiwán. Con importantes sanciones administrativas y económicas a políticos de referencia como el vicepresidente Hugo Velázquez y el ex presidente Horacio Cartes, Estados Unidos se encuentra dentro de los temas de la agenda electoral, con ambos candidatos presidenciales referenciando a Estados Unidos como aliado estratégico del país.
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No obstante, en el marco de un largo periodo de agresiva proyección económica y diplomática china a la región latinoamericana, las relaciones con Taiwán se han convertido en un elemento estratégico cada vez más presente en la agenda bilateral de Paraguay con Estados Unidos, como se evidencia al contemplar la Estrategia Integrada de País para Paraguay en el 2022 del Departamento de Estados Unidos.
En ella, se establece como prioridad fortalecer los mecanismos de apoyo a Paraguay para evitar la incursión de actores extranjeros no liberales como la RPC mediante acciones a favor de la lucha contra la corrupción, la deficiencia en ciertas prácticas democráticas y las actividades criminales en las fronteras y el lavado de dinero. De acuerdo a la estrategia anunciada en el informe, los objetivos más inmediatos de Estados Unidos en Paraguay buscarían evitar la influencia de actores transnacionales e iliberales que estarían buscando activamente apropiarse del último aliado diplomático de Taiwán en América del Sur.
A dos meses de las elecciones, los candidatos presidenciales podrían decidir el futuro de las relaciones entre Paraguay y Taiwán en el marco de una pugna ante el intento de mantener el status quo por parte de Santiago Peña y la mirada crítica del candidato de la Concertación, Efraín Alegre.
No obstante, esta vez los aspirantes a la presidencia deberán mantener la mirada puesta no solo en el plano doméstico, sino también en el internacional, visualizando ahora con más claridad el importante rol que juega Paraguay dentro de la puja de potencias en el escenario internacional. Las cartas ya están puestas sobre la mesa, pero la decisión definitiva llegará en agosto de 2023, cuando después de un largo trayecto finalmente una de las dos visiones se proyecte en el despacho presidencial.