En Nueva York, se llevó a cabo una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7. En ella, Kamikawa Yoko, la recién nombrada ministra de Asuntos Exteriores de Japón, que preside el G7, emitió una declaración que subraya la importancia de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán como elementos esenciales para la seguridad y la prosperidad de la comunidad internacional.
En la declaración, Kamikawa hizo un llamado a la resolución pacífica de los problemas a ambos lados del estrecho y reafirmó el apoyo del grupo a una participación significativa de Taiwán en organizaciones internacionales.
La declaración del G7 también expresó la firme oposición del grupo a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza o la coerción, instando a China a adherirse a los propósitos y principios de la Carta de la ONU. Además, manifestó una profunda preocupación por la situación en los mares de China Oriental y Meridional, así como su oposición a la militarización y otras actividades provocadoras de China en la región.
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Tanto la Reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del G7 en abril como el Comunicado de los Líderes del G7 de Hiroshima en mayo habían destacado la importancia de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán.
El Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés (MOFA) expresó su agradecimiento a los países miembros del G7 por su apoyo a Taiwán.
Taiwán reafirmó su «compromiso de colaborar con los países miembros del G7 y naciones afines para defender el orden internacional basado en normas. Taiwán continuará trabajando para mantener una región Indo-Pacífica libre y abierta, y contribuir a la paz, la estabilidad y la prosperidad en todo el mundo».
