Miguel Alberto Melhem: “los edificios inteligentes, son comodidad, eficiencia y sostenibilidad”

Miguel Alberto Melhem

Comenta Miguel Alberto Melhem, que los edificios inteligentes son una revolución en la eficiencia, la sostenibilidad y la comodidad de las instalaciones.

En una era dominada por los avances tecnológicos, el concepto de edificio ha trascendido sus confines tradicionales. Hoy, nos encontramos al umbral de una revolución en la arquitectura y construcción conocida como edificios inteligentes. 

Estas estructuras, impregnadas de tecnología de vanguardia y sistemas interconectados, están destinadas a revolucionar cómo interactuamos con nuestros entornos construidos. 

Los edificios inteligentes representan un cambio de paradigma en la forma en que concebimos y construimos nuestros espacios de vida y trabajo. En su núcleo, estas obras aprovechan una red  de sensores, automatización y conectividad para optimizar diversos aspectos de su funcionamiento.

Están diseñados para ser receptivos, adaptables y sostenibles, mejorando en última instancia la calidad de vida para los ocupantes mientras reducen el impacto ambiental.

Características del movimiento

Indica el especialista Miguel Alberto Melhem que una de las características fundamentales de los edificios inteligentes es su búsqueda incesante de eficiencia energética. 

A través de la integración de sistemas avanzados de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), iluminación inteligente y control climático, estos edificios están diseñados para minimizar el consumo de energía. 

Los sensores monitorean la ocupación y ajustan la configuración, asegurando que los recursos se utilicen con prudencia. Esto no solo conduce a ahorros económicos, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, desempeñando un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático.

De la mano con la eficiencia energética, comenta Melhem, otra de las características de estas obras son las estructuras conscientes del medio ambiente. En este sentido, incorporan fuentes de energía renovable como paneles solares y emplean materiales y técnicas de construcción energéticamente eficientes. 

Miguel Alberto Melhem

Al reducir su huella de carbono, estos edificios contribuyen a un futuro más sostenible. Además, las prácticas sostenibles utilizadas en su construcción a menudo se extienden a su funcionamiento, creando un ciclo continuo de responsabilidad ambiental.

El especialista Miguel Alberto Melhem, señala que en este tipo de diseños el Internet de las cosas (IoT) constituye el núcleo de su diseño y funcionalidad. Los dispositivos y sistemas dentro del edificio están interconectados, facilitando la monitorización y el control en tiempo real. 

Esta conectividad permite la toma de decisiones basada en datos y el potencial para la operación autónoma. Como resultado, los edificios inteligentes no solo responden a condiciones inmediatas, sino que también tienen la capacidad de aprender y adaptarse con el tiempo, optimizando su rendimiento en beneficio de los ocupantes, señala Melhem.

La experiencia del ocupante, una característica.

Apunta el especialista Miguel Alberto Melhem que la comodidad y el bienestar del ocupante son primordiales en el diseño de edificios inteligentes. Estas estructuras están diseñadas para crear entornos que fomenten la salud física y mental. 

La iluminación inteligente imita la luz natural, se monitorea la calidad del aire y se integran principios de diseño ergonómico para fomentar un sentido de bienestar. Además, los edificios inteligentes a menudo incorporan características que mejoran la comodidad y accesibilidad, como puertas automatizadas, estaciones de trabajo ajustables y controles activados por voz, atendiendo a una amplia gama de necesidades de los ocupantes. 

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En este sentido, sostiene Melhem que los ocupantes están empoderados a través de interfaces de usuario intuitivas. Existen aplicaciones móviles y pantallas táctiles  que permiten la personalización de configuraciones, posibilitando a los individuos adaptar su entorno a sus preferencias. 

Este nivel de control fomenta un sentido de propiedad y personalización. Además, los edificios inteligentes están diseñados para facilitar la comunicación entre los ocupantes y el equipo de gestión del edificio. Se establecen ciclos de retroalimentación, permitiendo una mejora continua basada en las experiencias y preferencias de los usuarios, creando un enfoque colaborativo y centrado en el usuario para la operación del edificio, comenta Melhem.

Innovación arquitectónica: mantenimiento predictivo y análisis de datos

Señala el especialista Migue Alberto Melhem que a  través de la utilización de sensores y análisis predictivo, los edificios inteligentes tienen la capacidad de anticipar las necesidades de mantenimiento. Este enfoque proactivo minimiza el tiempo de inactividad y previene averías costosas. 

La abundancia de datos generados por estos edificios también se utiliza para el análisis, proporcionando información que orienta la toma de decisiones. Este enfoque basado en datos se extiende más allá del mantenimiento, abarcando estrategias operativas más amplias. 

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Los administradores de edificios utilizan análisis para optimizar la asignación de recursos, ajustando sistemas para que coincidan con patrones de uso y factores externos, impulsando en última instancia la reducción de costos operativos manteniendo un alto nivel de servicio. 

Así también, las personas encargadas de la administración pueden gestionar y monitorear de manera remota la actividad que se produce en el edificio, haciendo posible evitar daños y reducir costos de manera significativa, afirma Melhem.

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Colaboradora en ReporteAsia.