El One World Trade Center, es una obra que comenzó a realizarse durante el año 2006, y luego de un largo y agitado camino abrió sus puertas en el año 2014. Este edificio, tuvo por objetivo sustituir y conmemorar a las torres gemelas, de allí la importancia y el sentido que esta obra posee y que en este artículo describiremos.
Desde el primer momento, el objetivo del diseño fue completamente simbólico y representativo de uno de los momentos más fuertes de la historia moderna de Nueva York y de Estados Unidos en general.
Debido a todo esto, y producto de su belleza arquitectónica, el One World Trade Center, es una de las obras más reconocidas del paisaje neoyorquino, siendo visitado diariamente por miles de ciudadanos y turistas que se reúnen a conmemorar y reflexionar sobre los atentados sufridos aquel 11 de septiembre de 2001.
Sentido filosófico y humanitario del One World Trade Center
El One World Trade Center desde un principio fue una obra completamente marcada por la tragedia del terrorismo. Tal es así, que desde que se comenzó a pensar cómo reconstruir lo destruido por los ataques, hubo cientos de debates en torno a si debía hacerse algo conmemorativo o no.
Tal era la tragedia, que las crónicas de los trabajadores y obreros comentan que tuvieron que trabajar un año en limpiar los terrenos, encontrando entre los escombros cuerpos de víctimas del atentado sufrido en septiembre de 2001.
Es por todo eso que la concepción del One World Trade Center, desde el primer momento se fundamentó en un profundo deseo de forjar un símbolo de renovación y esperanza. En el centro de su filosofía de diseño yace la noción de renacimiento, encapsulando la inquebrantable resiliencia de Nueva York ante la adversidad.
En este sentido, su arquitectura está meticulosamente diseñada para evocar un sentido de conexión y colaboración entre sus habitantes, fomentando un espíritu de participación comunitaria e interacción.
Diseño y arquitectura
Actualmente, el One World Trade Center es un edificio icónico del horizonte de Manhattan. Respecto de su diseño y arquitectura podemos asegurar que es una obra cargada de simbologías y significados que conmemoran y realzan los valores estadounidenses.
La obra es un diseño de la reconocida oficina neoyorquina de arquitectos Skidmore, Owings & Merrill (SOM), en colaboración con WSP Architects y una variedad de consultores, fabricantes y contratistas.
La altura de la estructura, 1,776 pies (cerca de 541.3 metros), incluyendo su antena espigada, rinde homenaje al año histórico de 1776, marcando la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Esta coincidencia numérica no es azarosa, sino que busca ser parte de la simbología de la torre y su relación con el país.
En su base, el One World Trade Center presenta una forma octogonal novedosa y asimétrica. Esta elección arquitectónica distintiva fomenta una sensación de impulso hacia arriba.
A medida que la torre se eleva desde una base cúbica, sus bordes están biselados hacia atrás, lo que resulta en una forma facetada compuesta por ocho triángulos isósceles alargados.
En su parte central, la torre forma un octógono perfecto en planta y luego culmina en una balaustrada de cristal cuya planta es un cuadrado de 150 pies por 150 pies, rotado 45 grados desde la base.
La plaza que rodea la torre, adornada con árboles y espacios acogedores, sirve como un núcleo comunitario, conectando la estructura con sus comunidades vecinas. Así también, la meticulosa selección de materiales, incluido el cristal especialmente desarrollado y el acero inoxidable pulido con láser, asegura no solo un exterior visualmente impresionante, sino que también contribuye a su sostenibilidad y comodidad, respaldando su calificación LEED Oro.
Un desafío para la ingeniería
La construcción del One World Trade fue un desafío para los ingenieros que estuvieron a cargo de la ejecución del proyecto arquitectónico. Esto fue debido a que luego de los atentados sufridos el 11 de septiembre, surgió la necesidad de un edificio diseñado para cumplir con estándares de seguridad sin precedentes.
Es por esto que tuvieron que construir una estructura híbrida de hormigón y acero, anclada por un núcleo de hormigón excepcionalmente robusto. Una forma realmente novedosa y compleja para el momento.
Es por esto que el núcleo, que alcanza la cima de la torre, sirve como el sistema de soporte principal, resistiendo efectivamente una gama de tensiones. Vigas de acero integradas en el núcleo facilitan espacios expansivos sin columnas, optimizando tanto la integridad estructural como el diseño interior. Es importante destacar que el uso de hormigón de ultra alta resistencia no solo reduce el grosor de las paredes, sino que también maximiza el espacio utilizable al tiempo que minimiza el peso del material.
Un edificio sostenible
El One World Trade Center tiene un diseño sustentable y con grandes avances tecnológicos. Más allá de los requisitos para la certificación LEED CS Oro, la torre integra tecnologías de vanguardia para optimizar el consumo de energía y la calidad del aire. Características innovadoras como ascensores con frenado regenerativo y convertidores de frecuencia y voltaje variables contribuyen a la autosuficiencia del edificio en generación de energía.
Sin lugar a dudas, estamos frente a una obra emblemática de Nueva York, la cual marcó el comienzo de una nueva era en el desarrollo de la arquitectura sostenible y segura.
Miguel Alberto Melhem es un destacado empresario en el sector inmobiliario de Argentina y Uruguay, conocido por su visión empresarial y su compromiso con la excelencia. Su carrera se ha centrado en el desarrollo de proyectos de real estate de alta gama, que han contribuido significativamente al paisaje urbano de ambas naciones.