La última guerra entre Israel y los militantes de Hamás no distraerá a Estados Unidos de su implicación en los asuntos del Indo-Pacífico, dijo un alto funcionario estadounidense, en un momento en que el asalto más sangriento contra el Estado judío en décadas suscita dudas sobre la capacidad de Washington para mantener a China como la máxima prioridad en su política exterior.
Según informó Kyodo News, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo que Estados Unidos es capaz de proporcionar ayuda a Israel y al mismo tiempo seguir apoyando a los aliados de Washington en Asia, así como a Ucrania en medio de la invasión rusa.
«Creemos que tenemos los recursos, las herramientas y las capacidades para poder hacerlo de manera efectiva», dijo Sullivan en una rueda de prensa. «Y parte de nuestro trabajo es asegurarnos de que estamos trabajando en todos estos teatros a la vez, y eso es precisamente lo que estamos haciendo cada día».
Hizo estos comentarios cuando se le preguntó si la guerra que estalló con un ataque sorpresa de Hamás contra Israel el sábado hará más difícil que la administración del presidente Joe Biden siga comprometida con Ucrania y la estabilidad en el Indo-Pacífico, donde China ha estado demostrando cada vez más su poderío militar.
El ataque del grupo palestino Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, conmocionó al mundo y desencadenó una nueva ronda de tensiones geopolíticas, lo que supone un enorme desafío para Biden, que aspira a la reelección en 2024.
Aunque algunos republicanos estadounidenses y críticos de la administración Biden han empezado a argumentar que Estados Unidos no puede prestar apoyo simultáneo en dos guerras distintas, Sullivan dijo: «Rechazamos firmemente (tal) noción».
Sobre Ucrania, que ha estado luchando contra las fuerzas rusas desde que Moscú comenzó su invasión a gran escala en 2022, dijo que es «mucho más rentable tomar la acción ahora» en lugar de pagar un precio enorme más tarde, «un precio que en última instancia, como ha sucedido en el pasado, podría requerir el despliegue real de tropas estadounidenses para combatir».
Hizo hincapié en que será mejor ayudar a Ucrania a mantenerse firme frente a la agresión rusa y hacerlo «de forma sostenida», añadiendo que Estados Unidos tiene suficiente flexibilidad presupuestaria para prestar ayuda en dos frentes.
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Poco antes de la rueda de prensa, Biden se dirigió a la nación desde la Casa Blanca y denunció el asalto de Hamás del fin de semana como «pura maldad» y «terrorismo», al tiempo que expresó su apoyo inequívoco a Israel.
«Que no quepa ninguna duda. Estados Unidos respalda a Israel», dijo en un discurso que duró unos 10 minutos. «Nos aseguraremos de que el Estado judío y democrático de Israel pueda defenderse, hoy, mañana, como siempre lo hemos hecho. Así de sencillo».
Para reafirmar la solidaridad de la administración Biden con Israel, está previsto que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, parta hacia Israel el miércoles.
Se espera que Blinken llegue a Israel el jueves para reunirse con altos funcionarios y visite también Jordania, según Matthew Miller, el principal portavoz del departamento.
Ante la previsión de que el conflicto se prolongue, Estados Unidos declaró que ha comenzado a suministrar a Israel las municiones y el material militar necesarios.
El martes, el Mando Central de Estados Unidos dijo que el grupo de ataque del portaaviones Ford había llegado al Mediterráneo oriental.
La llegada del grupo de ataque, liderado por uno de los portaaviones más grandes del mundo, tiene por objeto «disuadir a cualquier actor que intente escalar la situación o ampliar esta guerra», dijo el mando en un comunicado.