El surf es uno de los deportes de más rápido crecimiento en el mundo y no es de extrañar que se haya posicionado como una de las industrias turísticas más progresistas además, por su aporte a la salud y su búsqueda del equilibrio con la naturaleza y el medio ambiente. Tal como lo conocemos, el surf no se introdujo oficialmente en el Sudeste Asiático hasta la década de 1930, cuando se practicó por primera vez en las icónicas islas de Bali. La tradición indica que en aquellos días los surfistas de los Estados Unidos que habían aprendido el deporte en Hawai lo llevaron a esas islas asiáticas.
Aunque, si hacemos una revisión histórica, este deporte debe su existencia a la región, en particular, a la vecina Polinesia, donde los viajeros del Sudeste Asiático, particularmente de Indonesia, aterrizaron hace decenas de siglos (aunque también hay indicios de la existencia antigua del surf en distintas zonas de África y en América del Sur en países como Perú).
Respecto a Indonesia, gran relevancia tuvo en el desarrollo del surf allí el fotógrafo y surfista norteamericano Robert Koke, quien abrió el Kuta Beach Hotel en Bali en la década de 1930, siendo ese un paso significativo para la introducción y crecimiento de este deporte en la zona que hoy agrupa a los países de la ASEAN.

Actualmente, en Indonesia el surf es considerado una industria nacional, que recibe a cientos de miles de visitantes de todo el mundo año tras año para ofrecerles una multiplicidad de servicios. Robert Koke le infundió al Kuta Beach Hotel el carácter de paraíso del surf de Waikiki que él conocía mejor. Cómo explica la web Panama Jack: “esta sensibilidad del surf hawaiano importado creó un círculo extraño, porque las islas hawaianas fueron fundadas originalmente por pueblos del sudeste asiático, y el deporte ahora viajaba de regreso a sus tierras ancestrales”.
La Segunda Guerra Mundial representó un parate total para el desarrollo del deporte, lo mismo que la lucha de Indonesia por la independencia (sucedida en 1945). Por eso, recién en la década de 1960, con la reintroducción del deporte a partir de los surfistas australianos que visitaban el Sudeste Asiático, el surf moderno logró echar raíces en la región.
La posición de Indonesia en el surf mundial
El mercado mundial del turismo de surf tiene una participación prevista de US$ 9,5 mil millones en 2022, y es probable que supere los US$ 17 mil millones para 2032, avanzando con una CAGR del 6% durante el período 2022-2032
En este marco, Indonesia se encuentra en el epicentro del surf en el Sudeste Asiático, más allá de otras playas importantes como Phuket, en Tailandia, Bai Dai Beach en Vietnam, entre otras muchas áreas reconocidas internacionalmente.
La pandemia se Covid-19 representó una gran pérdida económica para el turismo en Indonesia, lo cual puso en crisis su industria turística, hotelera, logística, etcétera.
Pero desde el 12 de enero de este año, cuando el gobierno indonesio reabrió sus puertas a los turistas, las llegadas de visitantes internacionales se engrosó notablemente: el número de turistas extranjeros que visitaron el país de enero a junio de 2022 alcanzó las 743.210 personas, un aumento del 929,66% en comparación con el número de turistas extranjeros que visitaron el mismo período el año pasado.

El clima y las olas: dos de sus secretos
Una de las mayores cualidades de Indonesia respecto a otros destinos de surf es el clima. Las temperaturas promedio en la mayoría de las áreas rondan los 27 Cº durante todo el año, con temperaturas del agua en el mismo rango.
La estación seca (de mayo a septiembre) tiene vientos alisios constantes del este/sureste, mientras que la estación húmeda (de octubre a abril) ve patrones de viento más variables (aunque es importante tener en cuenta que el clima local puede variar drásticamente de una isla a otra).
Las olas son más consistentes durante la estación seca, pero es posible encontrar olas en cualquier época del año. Y es sabido que el Océano Índico cuenta con una famosa temporada de oleaje constante de abril a septiembre.
Playas destacadas de Indonesia
Indonesia es hoy un destino turístico súper popular (ya menudo abarrotado) para el surf, pero todavía hay lugares secretos y destinos salvajes para aquellos que buscan aventuras en solitario.
El mercado mundial del turismo de surf tiene una participación prevista de US$ 9,5 mil millones en 2022, y es probable que supere los US$ 17 mil millones para 2032
Entre las mejores playas del país se pueden encontrar aquellas ubicadas en Bali (Kuta) o las que están sobre la península de Bukit, (Uluwatu y Padang Padang). Otras muy recomendables están en las islas Mentawais, una cadena de islas ubicada frente a la costa occidental de Sumatra, que fueron “descubiertas” en la década de 1990 por los surfistas más curiosos de la época, hasta conformarse un spot de primer nivel para el deporte.
Las islas de Lombok y Sumbawa, accesibles desde Kuta y Bukit también, guardan los tesoros de un oleaje perfecto. Tal es así que Lombok es el hogar de Desert Point, conocido por ofrecer uno de los mejores y más largos “barrels” del mundo, mientras que Sumbawa alberga arrecifes con olas impresionantes como Lakey Peak, Supersuck, Periscopes y Scar Reef.
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Java es otra gran isla con mucho potencial para surfear. Numerosos campamentos han surgido en Java, siendo los más famosos los campamentos frente a G-Land. Muchas zonas agrestes guardan playas con configuraciones de olas de clase mundial, a disposición de aquellos que se larguen a explorar sus junglas.
Y para aquellos buscando una experiencia diferente, alejada de las grandes conglomeraciones, se encuentran las playas de Timor Occidental, que por su ubicación tienen más en común con Australia Occidental.
Aunque si bien Indonesia ofrece su parte de olas emocionantes, se recomienda a los principiantes que se dirijan a áreas como Kuta, que ofrece muchas escuelas de surf durante todo el año.
Empresario con más de 25 años en distintos sectores, hoy focalizado en inversiones en el sector de Real Estate, tanto en Argentina como en Uruguay en oficinas, loteos, depósitos y construcciones.