En primer lugar y antes de todo, es necesario no confundir el arte inmersivo con el interactivo, ya que ambos presentan una relación género-especie.
El arte interactivo, es una forma dinámica de arte que responde a su audiencia o al entorno, está pensado para involucrar al espectador de una manera que, al estar él presente, al moverse ante la pantalla, se detecte el movimiento y se creen los colores y las luces.
El arte inmersivo no necesariamente tiene que ser interactivo. Puede ser que el espectador pasee por la inmensidad de la obra proyectada en las paredes del espacio pero sin modificar su estado. Por lo tanto, el arte inmersivo puede ser o no interactivo y a la inversa.
Imágenes, sonidos, sensaciones, todo es válido y se pone en juego en las obras inmersivas, aquellas nuevas formas de arte, en las cuales el espectador, se sumerge de lleno en la obra, explorando de nuevas y únicas formas.
En el arte inmersivo, el espectador no solo mira la obra, sino que pasa a formar parte de esta y a usar otros sentidos más allá de la vista. El sonido, la luz, las imágenes, los colores, el movimiento, todo forma un nuevo conjunto que permite una experiencia viva del arte.
Este tipo de arte es posible gracias a que son proyectadas en grandes establecimientos que cuentan con las herramientas más novedosas del desarrollo tecnológico. Grandes pantallas de alta resolución, sonidos envolventes, proyectores móviles y la realidad aumentada, convergen para brindar una experiencia única al espectador.
El arte inmersivo no necesariamente tiene que ser interactivo
El arte inmersivo también brinda otra óptica al artista, que, al hacer su obra, tiene en cuenta otras circunstancias y utiliza otras herramientas que en el pasado no se aprovechaban. Así, puede ser que se use la realidad virtual para eliminar el espacio físico o puede ser que use otras técnicas con las que aprovecha el espacio real para generar la inmersión.
Se mira la obra mientras suena la música, mientras las pinceladas cobran vida expandiéndose del techo al tierra o incluso mientras las paredes captan el movimiento del espectador, todas estas variables, están limitadas sólo por la imaginación del artista, ya que, con el uso de la tecnología moderna, (casi) todo es posible.
La experiencia de arte inmersivo se ha popularizado en los últimos años, y ha sido desplegada en varios teatros y museos alrededor del mundo, existiendo varias compañías que se dedican especialmente al desarrollo de esta clase de arte.
Obras inmersivas alrededor del mundo
Una de las experiencias que han dado la vuelta al mundo y han puesto de moda este tipo de despliegues es la obra “Immersive Van Gogh” diseñada y concebida por Massimiliano Siccardi, con banda sonora de Luca Longobardi, ambos pioneros en experiencias de arte digital inmersivo en Francia.
La obra recibió más de 2 millones de visitantes en París y ha dado vuelta alrededor del mundo, con igual éxito en todas las ciudades a las que ha visitado.
Los espectadores se sumergen en las obras de Van Gogh, desde sus paisajes soleados y escenas nocturnas hasta sus retratos y bodegones. La instalación incluye los Mangeurs de pommes de terre (Los comedores de patatas, 1885), la Nuit étoilée (Noche estrellada, 1889), Les Tournesols (Los girasoles, 1888) y La Chambre à coucher (El dormitorio, 1889), entre otras obras famosas.
Otra obra que popularizó la forma inmersiva fue la exposición STANLEY KUBRICK. The Exhibition en el museo de Bellas Artes de Madrid, que permite un itinerario singular repleto de claves para entender la trascendencia de Stanley Kubrick como director de cine y propone un recorrido que activa la capacidad de sorpresa: cómo sería adentrarse en el cerebro del director y descubrir las claves de su obra cinematográfica. A través de una selección de más de 600 piezas de diversa índole (material audiovisual, fotografías, atrezzo, cámaras, maquetas, objetivos, guiones, ilustraciones, storyboards, cartas, vestuario, claquetas…), la obra propone ir desglosando las líneas temáticas de sus películas, así como los distintos aspectos formales de su filmografía.
Otro ejemplo es la exposición ArtVo la primera galería inmersiva de Australia, abierta en el 2016, permite adentrarse en un mundo de ilusiones ópticas, los murales, más grandes que la vida, permiten a personas de todas las edades encontrarse cara a cara con animales salvajes, escalar grietas rocosas y surfear por las últimas tuberías. A lo largo de 1.400 metros cuadrados, los visitantes pueden recorrer diferentes zonas, cada una con sus propias y espectaculares ilusiones.
ArtVo ofrece a todo el mundo la posibilidad de experimentar el museo de arte tradicional de una forma totalmente nueva. Ofrece a sus clientes la oportunidad, no sólo de tocar el arte, sino de ser el arte simplemente posando ante la cámara.
En Tokio, Japón, existen exposiciones permanentes de uno de los grupos más innovadores en cuanto al arte inmersivo. teamLab es un colectivo artístico internacional, un grupo interdisciplinar de diversos especialistas como artistas, programadores, ingenieros, animadores de CG, matemáticos y arquitectos, cuya práctica colaborativa busca navegar por la confluencia del arte, la ciencia, la tecnología y el mundo natural.
teamLab en Tokio se presenta en conjunto con Mori Building que crea y fomenta de centros urbanos seguros, sostenibles y cosmopolitas basados en su exclusivo concepto de Ciudad Jardín Vertical de centros de gran altura para negocios, educación, ocio y residencia.
La experiencia inmersiva, es solo una muestra más de como dos ámbitos tan distintos como la tecnología y el arte, pueden fusionarse, para crear algo nuevo, que ofrece una experiencia única para que todas las personas puedan disfrutar en cualquier momento.
Alejandro Zaga Masri es co-fundador de Rimas Producciones, atleta, estudiante, empresario y artista.
Alejandro Zaga Masri es co-fundador de Rimas Producciones, atleta, estudiante, empresario y artista.