Filipinas está contribuyendo al avance de las conversaciones diplomáticas para establecer un mecanismo que facilite la cooperación y la asistencia internacionales en el marco de la Convención sobre Armas Biológicas (CAB).
En 2022 se creó un grupo diplomático, denominado oficialmente Grupo de Trabajo para el Fortalecimiento de la CAB, con el fin de profundizar en cuestiones relacionadas con la institucionalización del tratado. Está presidido por el embajador Flavio S. Damico, representante permanente de Brasil ante la Conferencia de Desarme de Ginebra.
El segundo secretario Jonelle John S. Domingo, de la Misión Permanente de Filipinas en Ginebra, es uno de los dos diplomáticos nombrados «Amigos de la Presidencia» para la cooperación y la asistencia internacionales, y ayudó a facilitar las consultas informales que condujeron a la identificación de los posibles elementos de dicho mecanismo, incluido un comité diplomático para facilitar la asistencia internacional y un fondo fiduciario voluntario.
La cooperación y la asistencia internacionales en el marco de la CAB se han visto obstaculizadas durante mucho tiempo por diferencias sobre, entre otras cosas, si la imposición de sanciones económicas o controles a la exportación obstaculizan los usos pacíficos de las ciencias de la vida o son esenciales para controlar materiales y tecnologías que también podrían hacer proliferar armas biológicas.
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En el Grupo de Trabajo se presentaron varias propuestas para superar estas diferencias y hacer operativa la cooperación y la asistencia internacionales. Kristine Leilani R. Salle, encargada de negocios de la Misión de Filipinas en Ginebra, en nombre de todos los Estados miembros de la ASEAN, sugirió crear un grupo consultivo de cooperación.
La mayoría de las delegaciones expresaron su apoyo a la sugerencia de Filipinas de proseguir las conversaciones en torno a los elementos identificados por los «Amigos de la Presidencia». En la reunión se les encargó que elaboraran un documento de reflexión que pudiera ayudar a facilitar debates centrados en la cuestión entre las sesiones formales del Grupo de Trabajo.
Las negociaciones sobre el protocolo de aplicación del tratado, que permitiría a la CAB verificar si los Estados Partes respetan la prohibición de producir y almacenar armas biológicas, se interrumpieron en 2001 y no habían podido avanzar hasta la creación del Grupo de Trabajo el año pasado.
En el Grupo de Trabajo se presentaron varias propuestas para superar estas diferencias y hacer operativa la cooperación y la asistencia internacionales
Los ministros de Asuntos Exteriores de la ASEAN acogieron con satisfacción la creación de este Grupo de Trabajo en su comunicado conjunto emitido en julio de este año. También pidieron negociaciones multilaterales para reforzar la CAB, señalando que la falta de medidas de verificación supone un reto para dicho tratado y que es importante mejorar la cooperación y la asistencia en el contexto de la CAB.
El Gobierno filipino ha sido uno de los más firmes defensores de la cooperación y asistencia internacionales en el marco de la CAB, aportando anualmente donaciones económicas para apoyar una base de datos de cooperación que se mantiene desde Ginebra.
En junio del año pasado, Filipinas, junto con la República de Corea y EE.UU., organizó en Manila un ejercicio de simulación entre los Estados miembros del Foro Regional de la ASEAN (ARF) para simular la respuesta regional a un ataque biológico en la región. En su discurso en las Naciones Unidas el año pasado, el presidente Ferdinand R. Marcos, Jr. subrayó «la necesidad de actualizar las estructuras mundiales» sobre los usos pacíficos de la biología, entre otros.