El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) inició su primera revisión de la seguridad del vertido al mar de agua radiactiva tratada procedente de la central nuclear de Fukushima, que comenzó en agosto.
En el grupo de trabajo del OIEA participan expertos de 11 países, entre ellos China y Rusia, que han criticado duramente el vertido y han impuesto prohibiciones a las importaciones de marisco japonés.
El gobierno japonés declaró el mismo día que las prohibiciones no se basan en pruebas científicas y son «extremadamente lamentables», pidiendo el levantamiento inmediato de las restricciones.
El grupo de trabajo incluye expertos de Argentina, Australia, Gran Bretaña, Canadá, Francia, las Islas Marshall, Corea del Sur, Estados Unidos y Vietnam.
Intercambiaron opiniones con funcionarios del Ministerio de Industria de Japón, el operador de la central, Tokyo Electric Power Company Holdings Inc., y la Autoridad de Regulación Nuclear en Tokio el primer día de la revisión, que durará hasta el viernes.
Gustavo Caruso, el director del OIEA que encabeza el grupo de trabajo, dijo en la reunión que su «revisión de seguridad independiente, imparcial y con base científica, basada en normas internacionales» examinará si el vertido se ha realizado de forma segura de acuerdo con el plan.
El grupo de trabajo tiene previsto inspeccionar el miércoles las instalaciones de vertido de la central siniestrada, además de evaluar la vigilancia del medio ambiente y un plan para las próximas rondas de vertido, que durarán unos 30 años o más.
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El OIEA publicará un informe sobre la primera revisión de la seguridad a finales de año, según sus responsables.
El grupo de trabajo tiene previsto inspeccionar el miércoles las instalaciones de vertido de la central siniestrada, además de evaluar la vigilancia del medio ambiente y un plan para las próximas rondas de vertido, que durarán unos 30 años o más
El Secretario Jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno, máximo portavoz del gobierno japonés, declaró en rueda de prensa que Tokio seguirá informando a la comunidad internacional sobre el desarrollo de los vertidos de agua.
El ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, dijo a los periodistas que el gobierno seguirá apoyando económicamente a los pescadores del país, que han expresado su preocupación por que el vertido de agua erosione la reputación del marisco de Fukushima y las zonas cercanas.
El lunes, TEPCO finalizó la segunda ronda de vertido de agua, que comenzó el 5 de octubre.
El operador de la central ha expulsado hasta ahora unas 15.600 toneladas de agua tratada con un sistema de procesamiento de líquidos que elimina la mayoría de los radionucleidos excepto el tritio. El tritio se diluye, quedando con un nivel de concentración de una-40ª parte del permitido por las normas de seguridad japonesas.