Transformación y equidad: las iniciativas de integración sociourbana en el Barrio Mugica

Barrio Mugica

Con la rápida urbanización y un crecimiento acelerado de las grandes ciudades del mundo, junto con los problemas que conllevan, tales como la marginación o la desigualdad, ha surgido la idea de la integración sociourbana, que se ha convertido en una prioridad para las ciudades de todo el mundo. 

Por medio del fomento de esta clase de iniciativas, se pretende crear un entorno urbano más inclusivo, diverso y equitativo, derribando barreras sociales y promoviendo interacciones significativas entre residentes de diversos orígenes. 

Este enfoque no sólo fomenta la cohesión social, sino que también contribuye al desarrollo económico y al bienestar general de la comunidad.

La importancia de la integración sociourbana

Las zonas urbanas han sido durante mucho tiempo un punto de fusión de diversas culturas, etnias y orígenes. La coexistencia de estos diferentes grupos suele dar lugar a comunidades enriquecidas, a la innovación, al intercambio cultural y a un tejido social más dinámico. 

Sin embargo, las desigualdades sociales, la segregación y la exclusión pueden amenazar la unidad y la vitalidad de las zonas urbanas. La integración sociourbana, por lo tanto, trata de abordar estos retos y crear un paisaje urbano armonioso y cohesivo.

Las zonas urbanas son como intrincados rompecabezas, compuestos de numerosas piezas que son los residentes, cada uno aportando características únicas. En un entorno así, la integración sociourbana actúa como el componente que une a estos diversos elementos. 

Los beneficios de lograr una urbanización exitosa son múltiples. Cuando las ciudades garantizan que todos sus residentes, independientemente de su origen territorial, tengan igual acceso a oportunidades y servicios, el resultado es una sociedad más equitativa. Esto no sólo mejora la calidad de vida de las comunidades marginadas, sino que también contribuye a la ciudad en general.

La integración sociourbana no pretende simplemente borrar las diferencias o imponer la uniformidad. Al contrario, reconociendo a la diversidad como uno de los mayores activos de la ciudad, es que se genera el intercambio de ideas, tradiciones y prácticas culturales diversas por el cual la ciudad puede evolucionar. 

Barrio Mugica: un caso de transformación

Hasta 2015, el diagnóstico del Barrio Mugica, en la Ciudad de Buenos Aires, no era muy alentador. Había una importante carencia de infraestructuras, las calles eran prácticamente inaccesibles, los servicios públicos eran informales y peligrosos. 

El acceso al barrio era complicado, los espacios públicos estaban en mal estado y no había transporte público. Las condiciones de vida eran inadecuadas, entre otras dificultades. Este problema era aún más urgente para las 1.000 familias que vivían bajo la autopista Dr. Arturo Umberto Illia, creando una barrera que dividía el barrio en dos. En este sector se observaban las peores condiciones de hacinamiento, falta de ventilación, escasa luz natural, inseguridad y humedad, entre otros desafíos.

Sin embargo, en 2016 se puso en marcha el Proyecto de Integración, que trajo nuevas esperanzas al Barrio Mugica. Este proceso se centró inicialmente en obras de infraestructura y en la mejora de los espacios públicos. 

El objetivo principal era garantizar que Barrio Mugica tuviera acceso a los servicios básicos del mismo modo que cualquier otro barrio. Paralelamente, se implementaron diversas políticas relacionadas con el hábitat, buscando que todas las familias tuvieran una vivienda segura, accesible y adecuada.

Integración económica: un enfoque sostenible

El crecimiento urbano no planificado había llevado al desarrollo informal de la economía en el Barrio Mugica. Más de 900 comerciantes crearon una sólida red comercial que impulsó los circuitos de consumo interno. La población económicamente activa del Barrio Mugica alcanzaba las 19.600 personas, y aproximadamente la mitad de ellas obtenía sus ingresos de actividades informales, en contraste con la tasa de informalidad de la Ciudad, que era significativamente menor.

Reconociendo la importancia de integrar la matriz económica del Barrio Mugica con la de la Ciudad de Buenos Aires, las partes interesadas, incluidos empresarios, comerciantes, demandantes de empleo y el sector privado, trabajaron colectivamente para desarrollar un proyecto sostenible a largo plazo. Al alinear las actividades económicas con las de la ciudad en general, la iniciativa pretendía mejorar los medios de subsistencia y las oportunidades de los residentes del Barrio Mugica.

Ampliación del acceso a la educación y la sanidad

Hasta 2015, en el Barrio Mugica no había una escuela pública, sólo un centro de salud atendía a una población de 40.000 habitantes y no existían espacios recreativos o comunitarios para realizar actividades como arte, música y actividad física.

Ante esta realidad, se hizo evidente que la integración iba más allá de la ejecución de obras de infraestructura; era necesario igualar las oportunidades desde el punto de partida para que los residentes pudieran construir un futuro.

Barrio Mugica Carlos Pedrini

Para hacer frente a estos desafíos, Barrio Mugica se embarcó en una ambiciosa empresa para ampliar el acceso a los servicios esenciales. En el ámbito de la educación, se construyeron dos centros educativos, dos centros de formación profesional y una guardería, garantizando así que todos los niños tuvieran acceso a una educación de calidad. Reconociendo que la educación va más allá de las aulas, se inauguraron un centro cultural y un centro comunitario para enriquecer la vida cultural y comunitaria del barrio.

En el ámbito de la sanidad, se construyeron dos nuevos Centros de Salud y se modernizó uno ya existente, equipado con instalaciones médicas avanzadas e historiales médicos digitalizados. Además, se estableció la primera base del Sistema de Atención Médica de Urgencia (SAME), que presta servicios sanitarios puntuales a los residentes.

El camino a seguir

Aunque las iniciativas de este tipo han resultado prometedoras en el Barrio Mugica y en otros lugares, aún quedan retos por delante. Encontrar el equilibrio adecuado entre desarrollo y preservación, ofrecer igualdad de oportunidades y abordar las desigualdades sociales son tareas pendientes.

Para hacer frente a estos retos, la integración sociourbana hace hincapié en la participación de la comunidad, la provisión de viviendas asequibles, la ampliación de las redes de transporte público y las celebraciones culturales. A medida que las ciudades de todo el mundo siguen creciendo, los retos son importantes, pero los beneficios de una integración sociourbana exitosa son aún mayores, prometiendo comunidades más unidas y un futuro mejor para todos los residentes.

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Carlos Pedrini es Presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires.

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