En una contundente operación liderada por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), se logró desmantelar una destacada organización criminal de narcotráfico proveniente de China. La banda, conocida como “Bang de Fujian” por sus orígenes en la provincia china de Fujian, había establecido una red de cultivo y tráfico de marihuana en territorio chileno.
La investigación, denominada “Operación Dinastía Dragón Sur”, tuvo sus primeros indicios en 2020 cuando se interceptó una conversación telefónica entre un narcotraficante chileno y un ciudadano chino. A partir de allí, se siguieron las pistas que condujeron a descubrir múltiples plantaciones de marihuana y casas utilizadas como escondites de armas en distintas comunas del país.
Las autoridades incautaron un total de siete mil plantas de marihuana y descubrieron cuatro galpones y 11 viviendas vinculadas a la banda. Además, se decomisaron 400 municiones y se confiscaron más de 600 mil dólares en efectivo.
La banda utilizaba un modus operandi sofisticado al importar ciudadanos chinos con conocimientos en cultivos de marihuana para que actuaran como granjeros o cosechadores.
Chile firma un Memorándum de Entendimiento con Turquía sobre cooperación antártica
Esta estrategia les permitía mantener un control directo sobre todo el proceso de producción y distribución de la droga. La dificultad del idioma, debido al uso de un dialecto propio de Fujian, planteó un desafío adicional para los investigadores.
Sin embargo, gracias a la colaboración de Interpol España y la participación de traductores especializados, se logró superar esta barrera lingüística y obtener pruebas fundamentales para la investigación.
Entre los miembros clave de la banda, se identificó a Ling Cheng, responsable de supervisar uno de los galpones donde se abastecían de drogas. También se descubrió la participación de José Morales Rodríguez, un ciudadano venezolano que suministraba drogas sintéticas y componentes a la organización.
Además, se reveló que Meiyu Yan y Caixin Yu, empresarios chinos, estaban involucrados en el financiamiento de la operación.
El operativo culminó con un importante allanamiento en una parcela en Colina, donde se encontró un extenso cultivo de marihuana y una inversión significativa de más de 40 millones de pesos chilenos provenientes de financistas chinos del rubro comercial y gastronómico.