El fracaso de Japón en el lanzamiento de un cohete nubla las perspectivas de la estrategia espacial

Japón

El fracaso de Japón en el segundo intento de lanzamiento de su nuevo cohete insignia H3 proyecta una larga sombra sobre su estrategia para aumentar su presencia en los campos cada vez más competitivos del lanzamiento de satélites y la exploración espacial.

Según informó Kyodo News, es posible que se necesite bastante tiempo para llegar al fondo del desastroso desenlace, en el que el motor de la segunda etapa del cohete no se encendió y recibió la orden de autodestruirse minutos después del despegue en el Centro Espacial de Tanegashima, en la prefectura suroccidental japonesa de Kagoshima.

En una reunión del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón informó de que el motor de la segunda etapa probablemente no se encendió debido a una anomalía en el sistema de alimentación, pero que está “investigando” la causa exacta del fallo del primer cohete H3 del país.

El fallo supuso una conmoción para la agencia, que había asumido que el mayor reto del cohete H3 sería el motor principal de la primera etapa. Las dudas al respecto provocaron un retraso de dos años en el lanzamiento.

El cohete H3, sucesor del fiable cohete H2A y primera renovación del principal vehículo de lanzamiento de la agencia en unos 20 años, adopta un motor de primera etapa simplificado con menos piezas que su predecesor. La estrategia de diseño pretende contribuir a reducir los precios de sus servicios de lanzamiento.

El lanzamiento fallido sigue a un intento anterior del 17 de febrero que se abortó momentos antes del despegue debido a un mal funcionamiento del equipo eléctrico.

Algunas fuentes gubernamentales señalaron que el segundo intento podría haberse llevado a cabo de forma precipitada, ya que la agencia se enfrenta a la fecha límite del 10 de marzo para su ventana de lanzamiento.

Para los lanzamientos inaugurales de cohetes, otros países suelen montar un maniquí en vista de los riesgos de fallo. Pero el último cohete H3 llevaba el satélite gubernamental Advanced Land Observing Satellite-3, que se esperaba se convirtiera en una herramienta clave de gestión de catástrofes para el gobierno japonés.

“Es posible que la agencia no haya tenido más remedio que montar un satélite real para compensar el retraso” en su desarrollo, afirma Kazuto Suzuki, profesor de la Escuela Superior de Políticas Públicas de la Universidad de Tokio. Experto en política espacial, es miembro del Comité de Política Espacial Nacional del gobierno.

El gobierno japonés no sólo espera que el cohete H3 proporcione al país un punto de apoyo en el cada vez más competitivo negocio del lanzamiento de satélites, sino que también cuenta con su uso para fines de seguridad.

Yoon Suk Yeol visitará Japón el 16 de marzo en medio de la mejora de los lazos

La importancia de vigilar a Corea del Norte desde el aire ha aumentado con las repetidas pruebas de lanzamiento de misiles balísticos por parte de Pyongyang, según funcionarios del gobierno.

El cohete fallido transportaba un sensor actualmente en desarrollo de la agencia de adquisiciones del Ministerio de Defensa capaz de detectar dos tipos de rayos infrarrojos. Estaba previsto probar la capacidad del sensor para detectar lanzamientos de misiles balísticos.

Según el Plan Básico de Política Espacial del gobierno, a partir del año fiscal 2023 están previstos múltiples lanzamientos de cohetes H3, entre ellos la puesta en órbita de un satélite cuasi cenital para proporcionar servicios precisos de sistema de posicionamiento global y un nuevo transportador de carga no tripulado.

Entre los lanzamientos programados del cohete H3, uno de especial importancia es una misión prevista para enviar una sonda a explorar las lunas de Marte, fijada para el año fiscal 2024. Si no se cumple este plazo, se corre el riesgo de que Japón se quede rezagado con respecto a otros países en el plan.

“No es deseable que un satélite se quede rezagado a la espera de ser lanzado porque el cohete no esté listo. Es necesario considerar la opción de utilizar un cohete fabricado en el extranjero”, dijo Suzuki.

Con un coste de unos 5.000 millones de yenes (36 millones de dólares), el lanzamiento de un cohete H3 es aproximadamente la mitad que el de su predecesor, y su carga útil es 1,3 veces mayor.

+ posts