Japón estudia ayudas para las rentas bajas en un nuevo paquete económico

JAPÓN RENTAS

El Gobierno y el partido gobernante de Japón están estudiando incluir medidas de alivio para los hogares con bajos ingresos en un nuevo paquete económico que se elaborará para mitigar el dolor de la inflación, dijeron el martes fuentes cercanas al asunto.

El primer ministro, Fumio Kishida, había dado instrucciones a los ministros de su gabinete para que desplegaran «todas las herramientas posibles» para aliviar la carga de la subida de los precios y apoyar la economía a la hora de elaborar el paquete económico para finales de octubre.

Kishida, que concede importancia a la redistribución de la riqueza, declaró en una reunión del Gabinete que el gobierno «reducirá las cargas fiscales y de seguridad social, además de proporcionar diversos beneficios», en un momento en que la salud fiscal de Japón sigue siendo la peor entre las naciones desarrolladas.

También desveló planes para revisar el uso de los fondos de emergencia presupuestados para hacer frente a crisis como la pandemia y desviarlos para su uso en la promoción de un crecimiento salarial sostenido.

El paquete económico se financiará con un presupuesto suplementario que consta de cinco pilares: aliviar el dolor de la inflación en los hogares, estimular un mayor crecimiento salarial, aumentar la inversión, abordar los retos planteados por la disminución de la población de la nación y garantizar la seguridad de los japoneses.

El gobierno está considerando la posibilidad de emitir pagos en efectivo o cupones con un uso específico como parte de las medidas de alivio para los hogares con bajos ingresos, y es probable que también se preste especial atención al apoyo adicional a los hogares con niños.

En la reunión del Consejo de Ministros del martes, Kishida también expresó su intención de centrarse en iniciativas para promover el turismo, incluido el aumento del número de visitantes extranjeros, y ampliar las exportaciones de productos agrícolas, forestales y pesqueros.

Otras medidas concretas incluyen subsidios para frenar las subidas de los precios de la gasolina y las facturas de gas y electricidad, y para apoyar a las pequeñas y medianas empresas que se han quedado rezagadas respecto a las empresas a la hora de aumentar los salarios y hacer frente a la escasez de mano de obra. El gobierno también fomentará la inversión en sectores estratégicos como el de los semiconductores.

El gobierno está considerando la posibilidad de emitir pagos en efectivo o cupones con un uso específico como parte de las medidas de alivio para los hogares con bajos ingresos

Kishida afirmó que Japón se encuentra en una fase crítica para pasar de una economía de «recorte de costes» a otra con un círculo virtuoso de subidas salariales e inversión empresarial proactiva. «No debemos dejar escapar la oportunidad (de hacer la transición)», afirmó.

https://hosting56220us-96570.webempresa.site/mercados/bursatil/2023/09/23/banco-de-japon-mantiene-postura-moderada/

Aunque aún no se han concretado los detalles del volumen de gasto, el Gobierno tiene previsto elaborar un presupuesto suplementario para el ejercicio fiscal 2023.

El calendario del paquete económico ha mantenido vivas las especulaciones sobre la posibilidad de que Kishida disuelva la Cámara de Representantes para convocar elecciones anticipadas este año. Algunos miembros del gobernante Partido Liberal Democrático piden un paquete de 15 billones de yenes (101.000 millones de dólares) o más.

«Para evitar que se afloje la disciplina fiscal, examinaremos minuciosamente cada una de las políticas, de modo que el paquete sólo contenga lo realmente necesario», declaró en rueda de prensa el ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki.

Como parte de un anterior paquete de alivio de la inflación, aproximadamente 16 millones de hogares con bajos ingresos pudieron optar a pagos de 50.000 yenes en septiembre del año pasado, lo que supuso un gasto público total de 854.000 millones de yenes.

En marzo, se asignaron fondos a los gobiernos locales para pagos de alivio en los que los hogares con rentas bajas recibirían 30.000 yenes cada uno, y otros 50.000 yenes por niño a los perceptores de rentas bajas con hijos.

El aumento de los costes de importación de la energía y las materias primas ha elevado la tasa de inflación de Japón, lo que a su vez ha impulsado a las empresas japonesas a subir los salarios.

La sostenibilidad de estas subidas salariales se considera clave si Kishida quiere cumplir su promesa de lograr una redistribución de la riqueza. Para el Banco de Japón, también es crucial para alcanzar su objetivo de inflación estable.

Algunos críticos afirman que un mayor gasto fiscal para estimular la demanda acelerará aún más la inflación, y que la reciente debilidad del yen, un subproducto de la relajación monetaria que impulsa los precios de las importaciones, tiene gran parte de culpa.

La tasa de inflación, medida por los precios al consumo subyacentes, se ha mantenido por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón en los 17 meses transcurridos hasta agosto, tras haber alcanzado anteriormente un máximo de cuatro décadas del 4,2%.

+ posts

Buscá en Reporte Asia