El Banco Asiático de Desarrollo (ADB) y el Gobierno de Tonga han firmado un acuerdo de subvención de 10 millones de dólares para ayudar al país a acelerar su recuperación tras catástrofes y emergencias sanitarias, como la pandemia de COVID-19.
El acuerdo fue firmado por el Ministro de Finanzas de Tonga, Tiofilusi Tiueti, y el Director Regional de la Oficina Subregional del Pacífico del ADB, Aaron Batten.
“Cuando se produce una catástrofe, se necesita financiación de desembolso rápido para ayudar a Tonga a responder con celeridad”, declaró Tiueti. “Este programa ofrece ayuda a los tonganos en el momento en que más la necesitan”.
“El programa está ayudando al gobierno a responder y pasar de la crisis a una recuperación económica y fiscal resistente, mediante la aplicación de reformas en cuatro fases, incluido el apoyo a la recuperación temprana de los desastres”, agregó Batten.
El apoyo del ADB procede de la cuarta fase del Programa de Resiliencia ante Desastres del Pacífico. Tonga y otros tres países están incluidos en la cuarta fase del programa tras haber realizado grandes progresos en el desarrollo de la resiliencia de sus instituciones.
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Tonga es muy vulnerable a los efectos de los riesgos naturales y las crisis sanitarias. El apoyo del ADB al Pacífico en las fases anteriores del programa ha contribuido a reforzar las disposiciones políticas y legislativas para ayudar a los países a gestionar las catástrofes climáticas y sanitarias.
Las reformas de la fase 4 del programa se centran en: acuerdos políticos e institucionales para la gestión del riesgo y el uso estratégico del cambio climático y del riesgo de desastres y emergencias sanitarias, información sobre el riesgo climático y de desastres y acciones que refuercen los sistemas sanitarios, y el acceso y uso estratégico de la financiación del riesgo climático y de desastres.
El Programa de Resiliencia ante Desastres en el Pacífico se financia mediante un préstamo en condiciones favorables de 5 millones de dólares de los recursos ordinarios de capital del ADB y una subvención de 33 millones de dólares del Fondo Asiático de Desarrollo,(ADF). El ADF concede subvenciones a los países miembros en desarrollo más pobres y vulnerables del ADB.
