Los Estados Partes en la Convención sobre Armas Biológicas (CAB) acordaron el 16 de diciembre de 2022 reanudar las conversaciones que podrían allanar el camino a la negociación de un protocolo jurídicamente vinculante que incluya mecanismos de cumplimiento, poniendo fin a un estancamiento de veinte años.
Las negociaciones para un protocolo de este tipo, que permitiría a la CAB verificar si los Estados Partes se adhieren a la prohibición de producción y almacenamiento de armas biológicas del tratado, se interrumpieron en 2001 y no habían podido avanzar hasta ahora.
Al término de la novena Conferencia de Revisión de los Estados Partes en la CAB, celebrada en Ginebra del 28 de noviembre al 16 de diciembre bajo la presidencia del embajador italiano Leonardo Bencini, se creó un grupo de trabajo para profundizar en las cuestiones relacionadas con la CAB, incluidas la verificación y el cumplimiento.
El nuevo grupo de trabajo mantendrá conversaciones en los próximos dos a cinco años y tratará de acordar recomendaciones concretas que podrían incluir el inicio de negociaciones formales sobre un protocolo.
En la reunión también se debatieron intensamente cuestiones relacionadas con los avances científicos y la cooperación internacional. Esta última cuestión se había visto obstaculizada durante mucho tiempo por diferencias relacionadas con el control de las exportaciones, pero la conferencia vio evolucionar las posturas al respecto, lo que llevó a un acuerdo para desarrollar mecanismos que faciliten el asesoramiento científico y la cooperación y asistencia internacionales en el contexto de la CAB.
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La embajadora de Filipinas y representante permanente adjunta ante las Naciones Unidas, Maria Teresa T. Almojuela, encargada por el embajador Bencini de facilitar los debates sobre cooperación internacional, ayudó a negociar el compromiso.
Durante las tres semanas que duró la conferencia, las delegaciones también presentaron medidas concretas para hacer operativo el tratado, incluso en el contexto de la preparación para un posible ataque biológico.
"La pandemia fue un recordatorio conmovedor de que el brote de cualquier enfermedad infecciosa (ya sea deliberada, accidental o natural) no conoce fronteras y nos pone a todos en peligro. Puso de manifiesto la falta de mecanismos establecidos para facilitar una respuesta eficaz y coordinada ante un brote de este tipo y para verificar los casos de un posible accidente, uso indebido o ataque biológico", declaró el embajador Evan P. Garcia, representante permanente de Filipinas ante las Naciones Unidas en Ginebra.
Propuestas de un posible protocolo
Entre las propuestas prácticas figuran la creación de una base de datos que pueda ayudar a la preparación nacional, la realización de ejercicios de simulación, la adopción de un sistema de vigilancia para proteger la agricultura y la biodiversidad de los riesgos biológicos, la adopción de normas de gestión de los riesgos biológicos y la aprobación de medidas voluntarias y códigos de conducta para los especialistas en ciencias de la vida, entre otras.
La pandemia fue un recordatorio de que el brote de cualquier enfermedad infecciosa no conoce fronteras y nos pone a todos en peligro
La conferencia, que requiere un acuerdo unánime para tomar cualquier decisión, no pudo acordar respaldar ninguna de las propuestas, pero el delegado filipino Jonelle John S. Domingo afirmó que "Los Estados Partes seguirán persiguiendo estas medidas de buena fe con o sin el imprimátur de un documento oficial". Domingo también fue vicepresidente del comité de redacción de la conferencia.
Mientras tanto, la conferencia acordó una modesta ampliación de la Unidad de Apoyo a la Aplicación (ISU), un organismo de la ONU que apoya la labor de los Estados Partes para mejorar la aplicación de la CAB.
El rol de Filipinas
Filipinas ha sido uno de los países que más ha apoyado a la ISU, aportando cada año una contribución financiera voluntaria. Manila también ha aprovechado la experiencia de la ISU en sus esfuerzos por promover la aplicación de la CAB en Asia-Pacífico, de acuerdo con el Plan 2025 de la Comunidad Política y de Seguridad de la ASEAN.
En junio de este año, Filipinas, junto con la República de Corea y Estados Unidos, organizó en Manila un ejercicio de simulación entre los Estados miembros del Foro Regional de la ASEAN (ARF) para simular la respuesta regional a un posible ataque biológico.
En agosto, los ministros de asuntos exteriores de la ASEAN pidieron negociaciones multilaterales para reforzar la CAB, señalando que la falta de medidas de verificación suponía un reto para dicho tratado y que era importante mejorar la cooperación y la asistencia en el contexto de la CAB.
El presidente filipino Ferdinand R. Marcos, Jr. hizo eco de esta petición en su discurso ante las Naciones Unidas en septiembre, donde subrayó "la necesidad de actualizar las estructuras globales" sobre los usos pacíficos de la biología, entre otros.
Colaborador en ReporteAsia