Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron un ejercicio militar combinado regular, en medio de las crecientes tensiones causadas por las pruebas de misiles de Corea del Norte.
Las maniobras Freedom Shield, basadas en una simulación por computadora, comenzó su ejecución, de 11 días de duración, bajo supuestos “realistas” que reflejan las amenazas nucleares y de misiles en evolución del Norte. Procederá de forma simultánea con el ejercicio de entrenamiento de campo Warrior Shield.
El ejercicio de primavera comenzó a medianoche, después de que el régimen norcoreano disparara, el domingo, lo que afirmó ser dos “misiles de crucero estratégicos” desde un submarino, y realizara un “ejercicio de asalto de tiro” tres días antes.
El ejercicio conjunto continuará sin un descanso de fin de semana, por lo que supone el ejercicio de puesto de mando más largo de los aliados. Se sabe que involucra procedimientos de guerra para repeler posibles ataques de Corea del Norte y llevar a cabo una campaña de estabilización en el Norte.
El Estado Mayor Conjunto (JCS, según sus siglas en inglés) surcoreano dijo en un comunicado, que el ejercicio combinado es defensivo y se basa en un plan operativo combinado, diseñado para defender a Corea del Sur de una posible agresión norcoreana.
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Los aliados planean realizar unos 20 ejercicios de campo, incluidas las maniobras anfibias Ssangyong (Doble dragón), bajo el nombre colectivo de Warrior Shield. Suponen el regreso a la escala del ejercicio de campo Foal Eagle, que fue suspendido, en 2019, bajo la Administración previa, de Moon Jae-in.
También se espera que el Ejército de EE. UU. envíe el portaaviones de propulsión nuclear USS Nimitz, a fines de este mes, para realizar ejercicios marítimos combinados con la Armada de Corea del Sur.
Corea del Sur y EE. UU. realizan cada año un ejercicio importante de puesto de mando combinado en primavera y otro en verano, para practicar la gestión de crisis y los procedimientos de ejecución de guerra. El ejercicio de verano, llamado Ulchi Freedom Shield, incluye los ejercicios Ulchi de defensa civil del Gobierno surcoreano.
Pyongyang ha condenado estos ejercicios, desde hace mucho tiempo, como un ensayo de guerra para su invasión.
