Los días 18, 24 y 25 de noviembre se llevó a cabo la 11° edición del Asia Festival en la Biblioteca del Congreso de la ciudad de Buenos Aires, encuentro cultural en el que confluyen la danza y música de los países asiáticos y el norte de África.
Reporte Asia conversó con Marina Barrionuevo, su directora (bailarina profesional de danzas árabes y al frente de Estudio Sahar) para conocer más detalles del surgimiento de este proyecto, su evolución y sus novedades.

¿Por qué decidiste organizar este evento y por qué elegiste particularmente la Biblioteca del Congreso?
Siempre me había manejado en el ambiente vinculado a la danza y música árabe, pero me llamaban la atención las danzas de otras culturas, sobre todo por haber estudiado la carrera de Estudios Orientales en la Universidad del Salvador. No había un festival donde pudiesen verse todas esas expresiones al mismo tiempo. Si bien hay festivales relacionados, suelen nuclear áreas específicas como China, Corea y Japón, a veces incluyen India, a veces no… y no había uno que tuviese también la parte árabe. Entonces la idea fue probar hacer uno. En lo que fue la primera edición, yo ya tenía alquilado el Teatro Empire para un evento donde iba a ser la muestra de mis alumnos del estudio.
Es decir, era algo amateur y con entrada paga. Llamé a algunos grupos de taiko -tambores japoneses- y de danzas indias y me dispuse a ver cómo respondía el público. Y la verdad es que al público le encantó, la mayoría me decía que habían disfrutado tanto que querían volver a ver un espectáculo así al año siguiente. Y no solo ellos disfrutaron, yo también disfruté mucho haciéndolo y me parecía algo súper novedoso. Aunque la verdad es que tenía muchas ganas de hacerlo gratuito, que todo el mundo pudiese acceder sin ningún problema económico que se lo impida. Entonces ya para el siguiente año comencé a organizarlo en la Biblioteca del Congreso de la Nación, que cumplía con todo lo que necesitaba: era un espacio gratuito y cultural.
Para mí era muy importante darle este soporte institucional al festival. Yo venía del ambiente de la música y danza árabe, que no se movía en ese contexto sino en un circuito armado por los propios bailarines y sus estudios de danzas. Quería salir de eso, porque el resto de las danzas trabajan en ambos circuitos. Por eso creo, finalmente, que hay dos razones por las cuales decidí organizar el festival: por un lado, colocar la danza y la música árabe dentro de un circuito que incluyera la parte institucional o gubernamental, y por otro lado, colaborar en la difusión cultural mediante un evento gratuito.
Los días 18, 24 y 25 de noviembre se llevó a cabo la 11° edición del Asia Festival en la Biblioteca del Congreso de la ciudad de Buenos Aires
En cuanto a la Biblioteca del Congreso, cuando estaba buscando una institución gubernamental vinculada a la cultura fui a ver algunas actividades que allí se realizaban y me encantó el perfil. Luego de establecer el contacto, comenzamos a organizar el festival allí. Y ahora, luego de 10 años, ya se ha generado otro vínculo que tiene que ver más con un cariño hacia la sede y las personas que allí trabajan. Se siente como estar en casa. Algo que me encanta de ellos es que siempre buscan mejorar el evento, hacen una devolución y analizamos juntos qué cosas podemos cambiar. Me gusta mucho esa forma de trabajar.

¿Como ha sido la evolución y la respuesta del público en estos años?
La respuesta del público siempre fue excelente, pero es cierto que el público fue cambiando mucho con el tiempo, de hecho, aún sigue cambiando. Al principio empezó siendo una audiencia conformada por los parientes o amigos de los bailarines, de los músicos o de los alumnos, y a medida que fue pasando el tiempo creció el público que nada tiene que ver con los artistas. Ya se trata de gente que se entera del festival y quiere venir a verlo, o también el propio público que participa habitualmente de la oferta de actividades de la Biblioteca del Congreso.


¿Qué talleres se dictaron a la par de los espectáculos?
En esta edición incorporamos por primera vez el dictado de talleres culturales. Fueron en total tres: uno vinculado a la ceremonia del té japonés de la escuela Urasenke Argentina, uno de música y danza del león de China a cargo del Instituto Choy Lee Fut del Shifu Raúl Suarez, y otro sobre el laúd árabe a cargo de Mario Kirlis. La idea de los talleres surgió porque este año quería crear un nuevo espacio donde los artistas pudiesen encontrarse de forma más íntima con el público y que éste ya no tuviese solo una participación pasiva observando el espectáculo.
«Luego de establecer el contacto, comenzamos a organizar el festival allí. Y ahora, luego de 10 años, ya se ha generado otro vínculo que tiene que ver más con un cariño hacia la sede y las personas que allí trabajan»
La intención es que los talleres estén vinculados a la parte performática, el cuerpo o la música. El próximo año queremos incorporar más talleres, al igual que otros estilos de danza y música de Asia y norte de África que aún no pudimos.

Para conocer más sobre el Asia Festival:
Licenciada en Estudios Orientales (Universidad del Salvador). Especialista en Relaciones Públicas. Cuenta con una diplomatura superior en Educación, Imágenes y Medios (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). Tiene una Maestría en Industrias Culturales, Política y Gestión (Universidad Nacional de Quilmes). Es profesora de la clase sobre Japón en la materia Procesos Interculturales, de la Maestría de Diversidad Cultural (Universidad Nacional de Tres de Febrero). Imparte cursos de capacitación sobre historia, cultura y protocolo de China, Corea y Japón (Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco).