El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a sus socios del G7 acordaron lanzar una nueva iniciativa de infraestructura global, llamada Build Back Better World (B3W). Se trata de una asociación que busca ayudar a reducir el atraso en infraestructura calculado en más de 40 billones de dólares en los países emergentes, que ha sido exacerbado por la pandemia de COVID-19. El B3W genera distintas reacciones en Asia, veamos.
¿Qué es el B3W?
Según el comunicado de la Casa Blanca, “a través del B3W, el G7 y otros socios de ideas afines se coordinan en la movilización de capital del sector privado en cuatro áreas de enfoque: clima, salud y seguridad sanitaria, tecnología digital y equidad e igualdad de género, con inversiones catalizadoras de nuestras respectivas instituciones financieras de desarrollo”.
El B3W tendrá un alcance global, desde América Latina y el Caribe hasta África y subregiones de Asia, como el Indo-Pacífico.
La suma de los diferentes socios del G7, dice la administración biden, cubrirá los países de ingresos bajos y medios de todo el mundo.
También la Casa Blanca informó que Estados Unidos buscará movilizar todo el potencial de sus herramientas de financiamiento como la Corporación de Financiamiento para el Desarrollo, USAID, EXIM, Millennium Challenge Corporation y la Agencia de Desarrollo y Comercio de EE. UU.
B3W vs. BRI
Está clara la intención del G7 de contrarrestar los esfuerzos que China viene realizando desde el lanzamiento en 2013 de la llamada Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
Desde entonces, más de 100 países han firmado acuerdos con China para cooperar en proyectos dentro del BRI como ferrocarriles, puertos, carreteras y otras infraestructuras. Muchos de esos en América Latina, que inclusive se han adherido también como socios al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AIIB), que busca apuntalar este tipo de desarrollos.
Ambos proyectos están erigidos sobre principios similares como la buena gobernanza, el cuidado del medioambiente, la movilización del capital privado y del financiamiento multilateral.
Asia y el B3W
Es sabido que el rol China divide las aguas en el continente asiático. Por un lado, se encuentran los países que necesitan de China para sobrevivir y desarrollar sus economías, mayormente en el Sudeste Asiático, y por otro lado, se encuentran las economías desarrolladas como Japón y Corea del Sur que buscan balancear el poder de China en la región. De hecho tanto el Presidente coreano, Moon Jae-in, como el Primer Ministro japonés, Yoshihide Suga, participaron de forma presencial en la cumbre de G7 llevada a cabo en Cornwall, Reino Unido, donde se anunció el lanzamiento del B3W.
El gobierno de Corea del Sur informó a través de su portavoz de Cancillería, que no ha recibido ninguna solicitud para unirse a una iniciativa de infraestructura global respaldada por Estados Unidos. Pero que si bien aún no se han anunciado planes de acción concretos en cuanto al B3W, Seúl puede cooperar con cualquier entidad siempre que corresponda a sus principios de “apertura, transparencia e inclusión”.

Por su parte, aún el gobierno japonés no ha dado señales claras de apoyo al B3W, se da por descontado que así será. Durante la cumbre, Suga expresó su grave preocupación por las acciones de China en los mares del este y el sur de China, así como otras cuestiones que “no reflejan los valores del G-7”.
Japón ya era parte de otra iniciativa de infraestructura alternativa al BRI, denominada Blue Dot Network, junto con Estados Unidos y Australia, por lo que su apoyo al B3W no está en discusión.
A su vez, India ya dejó entrever que estará del lado de Estados Unidos en esta cuestión. El primer ministro indio, Narendra Modi, asistió de forma remota a la cumbre debido a los problemas que el COVID-19 está generando en su país.
En su habitual conferencia de prensa, el Secretario de Relaciones Económicas de la India, Parvathaneni Harish, confirmó que las agencias en India estudiarán el plan y se comprometerán con el proyecto más tarde.
Los gobiernos del ASEAN, por su parte, tienen una relación con China de distinto tenor que Japón, Corea del Sur e India, y la influencia del BRI es muy marcada en el desarrollo de su infraestructura. Deberán balancear diplomáticamente en caso de que quieran formar parte también del B3W.
Aún es incierto cuáles serán los próximos pasos del B3W. Resta saber los detalles, su estrategia, cómo se priorizarán países y proyectos y cómo será la movilización del capital privado y multilateral. Por ahora, no es más que un golpe de efecto político, pero las alarmas están encendidas en la administración de Xi Jinping.
Co-fundador de Reporte Asia.