Funcionarios del gobierno de Estados Unidos han afirmado que disponen de información de inteligencia que sugiere que los oleoductos Nord Stream, destruidos en una explosión el año pasado, fueron atacados por “grupos proucranianos”, informó The New York Times.
Sin embargo, prosiguen los funcionarios, no hay pruebas de que el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky u otros altos dirigentes estuvieran implicados. Tampoco hay pruebas de que los atacantes actuaran siguiendo órdenes del gobierno. Según el informe del NYT:
“Lo más probable es que los explosivos fueran colocados con la ayuda de buzos experimentados que no parecían trabajar para los servicios militares o de inteligencia, dijeron los funcionarios estadounidenses que han revisado la nueva información de inteligencia. Pero es posible que los autores recibieran formación especializada del gobierno en el pasado”.
Los funcionarios dijeron que todavía había enormes lagunas en lo que las agencias de espionaje estadounidenses y sus socios europeos sabían sobre lo ocurrido. Pero los funcionarios dijeron que podría constituir la primera pista significativa que emerge de varias investigaciones estrechamente guardadas, cuyas conclusiones podrían tener profundas implicaciones para la coalición que apoya a Ucrania.”
El 26 de septiembre de 2022, el gasoducto de gas natural Nord Stream de Rusia a Alemania quedó destruido en gran parte por varias explosiones en el mar Báltico. Dinamarca, Suecia y Alemania están investigando qué provocó las explosiones. Aunque ninguno de ellos ha concluido sus indagaciones, los embajadores de los tres países comunicaron recientemente a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en una carta que los gasoductos sufrieron graves daños “por potentes explosiones debidas a sabotaje”. Funcionarios europeos han declarado que creen que es probable que el ataque estuviera patrocinado por un Estado.
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El oleoducto había sido una espina clavada en el costado de Ucrania, y funcionarios del gobierno llegaron a calificarlo de amenaza para la seguridad nacional. A principios del año pasado, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también amenazó con detener el funcionamiento del oleoducto, afirmando que el Presidente ruso, Vladimir Putin, debería pensárselo dos veces antes de enviar tropas a Ucrania.
El 26 de septiembre de 2022, el gasoducto de gas natural Nord Stream de Rusia a Alemania quedó destruido en gran parte por varias explosiones en el mar Báltico.
Tras reunirse con el Canciller alemán Olaf Scholz en la Casa Blanca, Biden afirmó que la decisión de Putin de atacar Ucrania determinaría el destino del oleoducto. “Si Rusia invade, es decir, si los tanques y las tropas vuelven a cruzar la frontera de Ucrania, entonces ya no habrá Nord Stream 2”, dijo Biden. “Le pondremos fin”. No respondió a preguntas sobre cómo se haría esto exactamente, en su lugar se limitó a decir: “Les prometo que seremos capaces de hacerlo.”
Las palabras de Biden volvieron a la palestra el mes pasado, después de que el periodista Seymour Hersh, ganador del Premio Pulitzer, publicara un artículo en el que alegaba que el gobierno de Biden y la CIA eran directamente responsables de la explosión. La Casa Blanca tachó estas acusaciones de “totalmente falsas y de ficción”, pero se negó a hacer más comentarios.
Rusia planteó estas acusaciones en las Naciones Unidas, exigiendo una investigación de la ONU sobre el “sabotaje” estadounidense de los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
Artículo republicado de The Wire en el marco de un acuerdo entre ambas partes para compartir contenido. Link al artículo original:https://thewire.in/world/us-intelligence-reports-claim-pro-ukraine-groups-attacked-nord-stream-pipelines
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