!Hola amigos! Hoy los invito a conocer la zona de Higashiyama, ubicada al sureste de la ciudad de Kioto, antigua capital de Japón.
Si se quiere caminar por el Japón antiguo, nada entonces como pasear por las callejuelas de esta zona y, más específicamente, por Ninenzaka y Sanenzaka.

La palabra “saka” hace referencia a una calle en subida. Ninenzaka se traduce como “cuesta de los dos años” y Sanenzaka como “cuesta de los tres años”.

Al respecto, hay una historia siniestra que habla de que esos nombres provienen del hecho de que si te caes en Ninenzaka morirás al cabo de 2 años y si te caes en Sanenzaka morirás al cabo de 3 años. Mi consejo entonces, es que si el lector visita estas calles, es mejor que no se caiga.

Estas laberínticas vías adoquinadas están repletas de comercios tradicionales como antiguas tiendas y casas de té, que están abiertas desde el siglo XVI, ¡aunque estas calles eran las que conducían al templo Kiyomizu Dera desde el año 808! Este templo también se puede visitar y es la joya indiscutible de toda esta zona de la ciudad.

El barrio está finamente adornado por la pagoda Yasaka, que es la tercera más alta de Japón después de la del templo Toji ubicado en la zona sur de la misma ciudad, y la de Nara.

La pagoda Yasaka es lo único que queda de un antiguo templo llamado Hokanji, que estaba en la zona y que, por cierto, le da el marco perfecto a cualquier imagen tomada en este distrito. La Pagoda mide 6 metros de lado y tiene 46 metros de altura, con una arquitectura propia del período Hakuho. De entre todas las veces que ha sido reconstruida, la estructura actual data del año 1440 y su obra estuvo a cargo del señor feudal Yoshinori Ashikaga.

Se dice que debajo de la pagoda hay una serie de recipientes uno dentro del otro y el último contiene huesos de Buda. Para poder recorrerlas sin turistas, lo recomendable es ir muy temprano en la mañana o al atardecer, ya que después de las 9 a.m. se convierte en un hormiguero de gente.

Paseando por estas calles encontraremos a gente con vestimentas típicas como kimonos o yukatas que se pueden alquilar en muchas de las tiendas que hay para tal fin. También podemos tomar un café en el único Starbucks del mundo que tiene piso de tatami tradicional o asistir a un legendario restaurante llamado Akobono tei, que era el lugar de reuniones de los movimientos anti shogun, liderados por el famoso samurái Sakamoto Ryoma en sus planes de complot para derrocar al shogun Tokugawa.

Dicho restaurante, se puede visitar hoy en día y allí mismo podremos saborear un delicioso plato de comida mientras se medita sobre la rica historia de este lugar.
Aquellos interesados en saber más sobre mi viaje a Japón, pueden seguirme en mis redes sociales, listadas abajo. Asimismo, a quienes quieran adquirir el libro “La Ruta del Samurái”, en el que describo mis vivencias en el “País del Sol Naciente”, los invito a hacer click aquí.
¡Hasta la próxima semana!