¡Hola amigos! Hoy viajamos al extremo Oeste de Japón para visitar la imponente ciudad de Fukuoka. Es la mayor ciudad de la isla de Kyushu y se encuentra ubicada al norte de la misma frente al mar de Genkai y a una distancia de 1.100 kilómetros de Tokio. Esa distancia que se puede recorrer en pocas horas gracias a los trenes de alta velocidad Shinkansen.
Esta metrópolis de casi 1.6 millones de personas se encuentra ubicada en el 10º lugar de las ciudades más habitables del mundo por su accesible distribución y riqueza en espacios verdes. Considerada esta región como la cuna de la civilización japonesa, su fama trascendió todos los tiempos cuando fue blanco de dos invasiones mongolas, entre 1274 y 1281.

Fueron invasiones resistidas por los samuráis de aquella época quienes contaron además con la bendición de dos tornados, que destruyeron las flotas de los invasores en ambas oportunidades.

Los japoneses de aquellos años bautizaron a estos tornados como Kamikaze (viento divino) ya que consideraron que eran una bendición de los dioses. Este término finalmente alcanzaría fama mundial por hechos mucho más cercanos en el tiempo.

La ciudad moderna fue fundada en 1889 cuando se fundieron dos ciudades aledañas: Hakata y Fukuoka para tomar finalmente el nombre de la segunda, aunque Hakata quedó como uno de los barrios de esta urbe y no ha perdido un ápice de su propia personalidad.
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Fukuoka además es la puerta de entrada a Japón de todo el sudeste asiático, y a esto nos referimos tanto a las actividades comerciales, como turísticas y culturales.

Ya desde el siglo V d.c. comenzaron a llegar a estas tierras las fuertes influencias culturales tanto de China como de Corea. Fue a través de estos países por ejemplo que entró el budismo, y de hecho, en Fukuoka se encuentra el primer templo budista de la línea Zen llamado Shofukuji, fundado en 1195 por el monje Eisai.
Los japoneses de aquellos años bautizaron a estos tornados como Kamikaze (viento divino)
A este mismo monje también se le debe el haber ingresado a Japón las primeras plantas de té verde, que trajo desde China y que tan hondo calaron en la cultura y sociedad japonesa bajo el nombre de “matcha”.

Actualmente, Fukuoka es una ciudad pujante y activa, a la que en mayo de 2014 el gobierno japonés decidió concederle la categoría de zona de fundación global de empresas y de fomento del empleo, en el marco de las zonas especiales estratégicas de Japón.

Desde entonces, las autoridades locales suministran apoyo para la creación de iniciativas empresariales. Por eso, es una ciudad que se mantiene activa y en constante crecimiento gracias a la constante creación de empresas emergentes.

Entre los atractivos de Fukuoka están las ruinas de su castillo, sus museos, sus impolutas playas artificiales, que invitan a una caminata por sus costas o a degustar la gastronomía local en sus puestos callejeros conocidos como “Yatai”.
el gobierno japonés decidió concederle la categoría de zona de fundación global de empresas y de fomento del empleo
Otra de las visitas obligadas es el Buda recostado del templo Nanzoin, que se encuentra en las afueras, pero al que se puede acceder muy fácilmente en tren.

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¡Hasta la próxima semana!