La convergencia de múltiples crisis mundiales está poniendo aún más en peligro la capacidad de Asia y el Pacífico para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, según un informe publicado por la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP), el Banco Asiático de Desarrollo (ADB) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La policrisis -en referencia a las principales crisis económicas y sociales, entre ellas el grave cambio climático, las repercusiones de la pandemia del COVID-19 y los efectos de la invasión rusa de Ucrania- ha causado graves perturbaciones en los sistemas energético, alimentario y financiero de la región.
Según el informe Delivering on the Sustainable Development Goals through Solutions at the Energy, Food and Finance Nexus (Cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de soluciones en el nexo entre energía, alimentos y finanzas), estas crisis han introducido nuevas perturbaciones y tensiones que se han intensificado, especialmente para los grupos más vulnerables.
“Estas crisis crearon una tormenta perfecta que ha descarrilado la economía mundial, los medios de vida de millones de personas en Asia y el Pacífico, y el progreso hacia los ODS”, dijo el director gerente general del ADB, Woochong Um.
“Sin embargo, este podría ser un punto de inflexión histórico hacia un futuro más seguro, iniciando un impulso renovado para transformar los sistemas alimentarios y energéticos, salir de la policrisis y construir una resiliencia sistémica requerirá que los países respondan a estas vulnerabilidades inmediatas, manteniendo al mismo tiempo el enfoque en los objetivos de desarrollo a más largo plazo.”
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El informe señala que sin avances sustanciales en la mitigación del cambio climático, las catástrofes relacionadas con el clima serán cada vez más frecuentes y extremas.
Preparar a Asia y el Pacífico para hacer frente a las crisis actuales y futuras exigirá esfuerzos coordinados por parte de los gobiernos y los agentes no estatales a nivel regional, subregional, nacional, subnacional y local, para lograr una transformación inclusiva de los sistemas energéticos, alimentarios y financieros.
Para construir sistemas energéticos y alimentarios más sostenibles e inclusivos, el informe pide que se amplíen la tecnología, los marcos políticos y las innovaciones sociales para aumentar la eficiencia y el rendimiento, reducir la degradación medioambiental y añadir valor para los agricultores y los consumidores.
En medio de las restricciones fiscales, las soluciones de financiación innovadoras serán fundamentales. Para impulsar las inversiones en los ODS, los gobiernos deben recalibrar la gestión de las finanzas públicas alineando los ODS con los procesos presupuestarios nacionales y explorando nuevas fuentes de ingresos, según el informe.
Es crucial aumentar la financiación del sector privado para los ODS, entre otras cosas promoviendo el uso del marco de los ODS para medir el impacto de las inversiones. Las iniciativas regionales y subregionales, como la reducción de las barreras comerciales, también promoverán la seguridad alimentaria y energética.