La grave crisis política-económica que Sri Lanka ha estado sufriendo, se ha agravado en las últimas horas. Grandes olas de manifestantes irrumpieron en la casa del presidente Gotabaya Rajapaksa y medios de ese país reportan que huyó en una situación de emergencia.
Además, dada la gravedad de los hechos y la imposibilidad de poner paños fríos sobre los mismos, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, dimitió a su puesto.
“Para garantizar la continuidad del Gobierno, incluyendo la seguridad de todos los ciudadanos, acepto la mejor recomendación de los líderes de todos los partidos, para dar paso a un Gobierno formado con el consenso de todos. Para facilitarlo, dimitiré como Primer Ministro”, fueron las palabras elegidas por el ahora ex-primer ministro de Sri Lanka, para comunicar su renuncia vía Twitter.
To ensure the continuation of the Government including the safety of all citizens I accept the best recommendation of the Party Leaders today, to make way for an All-Party Government.
To facilitate this I will resign as Prime Minister.
— Ranil Wickremesinghe (@RW_UNP) July 9, 2022
Ante la gravedad de los hechos, ReporteAsia mantuvo una entrevista con Dinesh Ratnayake, un joven fotógrafo de Sri Lanka, quien comentó las causas y motivos que llevaron a la situación actual.
El nombre Dinesh Ratnayake se trata de un seudónimo, ya que el mismo requirió no usar su nombre verdadero.
¿Qué sucede en Sri Lanka?
Es indiscutible que la situación que vive hoy nuestro país es uno de los conflictos político-económicos más graves de la historia reciente de Sri Lanka.
Con los precios de los artículos de primera necesidad disparados y la escasez de muchos más bienes y servicios, la población de Sri Lanka se ha visto abocada al dilema de no poder satisfacer sus necesidades básicas.
El dinero se ha reducido a meros trozos de papel que tienen muy poco valor. En medio de todo esto, los sueldos de muchos trabajadores de clase media y baja siguen siendo los mismos, lo que hace imposible permitirse el lujo de cubrir las necesidades, con el consiguiente descenso del nivel de vida.
Por otra parte, el público enfadado, cansado de que se pongan a prueba los límites de su paciencia una y otra vez, ha salido a la calle para protestar contra el gobierno imperante y sus políticas.
Es notable que una gran parte de estos manifestantes son las mismas personas que entregaron al actual presidente este poder ejecutivo.
El reciente ataque de la turba a los manifestantes pacíficos se convirtió en una situación grave que llevó a la dimisión del anterior primer ministro y al nombramiento de otro delincuente político en su lugar. ¿Ha respondido esto realmente a las súplicas del pueblo?
¿Desde cuándo cree que Sri Lanka ha estado acarreando esta situación?
Aunque no soy un profesional cualificado que pueda aportar causas basadas en estadísticas e investigaciones, hay algunas ideas que estoy dispuesto a exponer.
Sabemos que este conflicto no es algo que se haya conjurado de la noche a la mañana. Es algo que tomó forma gradualmente, como el efecto bola de nieve, y como no se tomaron medidas para ponerle freno, esta avalancha de problemas se hizo inevitable.
Si tenemos que rastrear las raíces de este asunto nos llevaría décadas atrás, pero empecemos por 2019.
El país iba aparentemente a un ritmo lento pero constante cuando se produjeron los terribles atentados de Semana Santa, que crearon asfixia e inseguridad entre los ciudadanos.
Esto le costó a nuestro país su fuente de ingresos más importante: el turismo. Esta industria experimentó un rápido declive que redujo los ingresos en dólares. Sin una fuente estable de ingresos, el gobierno tuvo que recurrir a sus reservas oficiales para los gastos necesarios del Estado.
Las elecciones presidenciales de finales de 2019 fueron una causa más para que Sri Lanka gastara más de lo que podía permitirse.
Justo después del nombramiento del nuevo gobierno, del que se esperaba que “salvara” al país, nos llegó el mayor desafío. La pandemia de COVID-19, que duró más de un año.
¿Crees que el COVID-19 es una razón fundamental por la crisis actual?
Fue la gota que colmó el vaso y agotó todos los recursos monetarios del país al tener que gastar más y más.
La imposición de las medidas de encierro imposibilitó la generación de cualquier tipo de ingresos y nuestro país tuvo que vivir de las donaciones y los préstamos realizados por otros países más poderosos.
Se tomaron más y más préstamos para cubrir la tesorería vacía y se tomaron más préstamos para pagar los anteriores y, finalmente, el país se vio obligado a entrar en un complicado laberinto de deudas, sin salida.
El CBSL tomó la peor decisión, imprimiendo más dinero, lo que provocó una rápida inflación. Demasiado tarde, los ciudadanos se dieron cuenta de que necesitábamos un gobernante mejor. Las protestas comenzaron hace más de un mes, pero hasta ahora no ha habido resultados satisfactorios. Sólo más inestabilidad.
¿Existe alguna medida gubernamental que pueda servir para aplacar la crisis?
Aunque es fácil culpar al gobierno de todo, no puede cargar con toda la culpa. La ignorancia de la gente respecto a la economía y su mecanismo también es una razón.
El gobierno actual tuvo su cuota de desafíos, pero la razón más importante por la que el país no pudo recuperarse fue la corrupción a gran escala entre los altos funcionarios.
La reticencia del gobierno a dirigirse al Fondo Monetario Internacional (FMI) y abrir las puertas a las entradas de IED es un acto egoísta de los altos funcionarios, hecho para salvarse de ser expuestos.
Por ahora, no vemos que el gobierno tome ninguna medida inmediata para resolver estos problemas. Pero como he dicho, ya no tienen el poder de controlar la situación. Por eso, el actual presidente debe dimitir.
Si el gobierno hubiera trabajado en políticas económicas a largo plazo, mucho de esto se podría haber evitado. No me quejo de la situación política del país y me queda mucho por aprender.
Esto es sólo mi punto de vista sobre lo que está ocurriendo. Dondequiera que vayamos, vemos que la gente está cada vez más frustrada y desesperada. No tengo un gran conocimiento de la situación en otros países asiáticos, pero me temo que cuando crezcamos nuestro país estará destrozado como Afganistán, pobre como Siria o militarizado como Myanmar.
Lo que nuestro país necesita ahora mismo son más pensadores y economistas a largo plazo, no los mismos políticos corruptos de siempre.